En mi opinión personal en el mensaje adventista no debe faltar el mensaje de la salud. Y es que, Dios no solo quiere velar por nuestra salud espiritual, sino también por nuestra salud física [3 Juan 1:2]. Ahora, lamentablemente muchos adventistas, sí, tristemente, nosotros mismo hemos atraído mucho oprobio al mensaje de la Reforma Pro-Salud por nuestro fanatismo y mal uso de los escritos de la Hna. White. Recuerdo particularmente a un fanático que no sabía usar los testimonios de los escritos de la Hna. White en el Foro Adventista, decía que era vegetariano pero, a la misma vez uno de su hobby era la pesca. Entonces alguien le preguntó: ¿Qué haces con los peces? No te los puede comer y mucho menos vender, ya que en el foro se jactaba diciendo que un verdadero adventista debía ser vegetariano y no solo por eso, su campaña era que comer carne era pecado (aunque al final al parecer cambió el discurso) pero, es con esa clase de personas que el mensaje de Dios en vez de convertirse en una bendición, se convierte en una maldición. Por cierto, la persona respondió algo como: A ti no te interesa que hago con los pecas. Ya con esa clase de respuesta uno se da cuenta por donde va la cosa.
¿Es pecado comer carne? no y no. No es pecado comer carne. En el Foro Adventista hay muchas discusiones sobre el tema muy buena, les invito a que hagan una búsqueda. Dentro de esas discusiones pude notar varias cosas, una de ella es que hay varias citas de la Hna. White que los que insisten en que comer carne es pecado nunca te van a citar, por obvia razones. Leamos estas citas que no necesitan explicación:
“En este país [Australia] existe una sociedad vegetariana organizada, pero el número de sus miembros es comparativamente pequeño. Entre la gente en general, la carne es usada mayormente por todas las clases. Es el artículo de alimentación más barato; y aun donde abunda la pobreza, se encuentra la carne sobre la mesa. Por lo tanto existe mayor necesidad de manejar con sabiduría el asunto de comer carne. Con respecto a este problema no debe haber movimientos bruscos. Debemos considerar la situación de la gente, y el poder de hábitos y prácticas que datan de toda la vida, y debemos ser cuidadosos para no imponer nuestras ideas a los demás, como si este asunto fuera una ‘prueba de discipulado’, y como si los que se alimentan especialmente de carne fueran los mayores pecadores.” [Consejo Sobre el Régimen Alimenticio, Págs. 555, 556]“Cuando se deja la carne hay que sustituirla con una variedad de cereales, nueces, legumbres, verduras y frutas que sea nutritiva y agradable al paladar. Es particularmente necesario al tratarse de personas débiles o que estén recargadas de continuo trabajo. En algunos países donde reina la escasez, la carne es la comida más barata. En tales circunstancias, el cambio de alimentación será más difícil, pero puede realizarse. Sin embargo, debemos tener en cuenta la condición de la gente y la fuerza de las costumbres establecidas, y también guardarnos de imponer indebidamente las ideas nuevas, por buenas que sean. No hay que instar a nadie a que efectúe este cambio bruscamente. La carne debe reemplazarse con alimentos sanos y baratos. En este asunto mucho depende de quien cocine. Con cuidado y habilidad, pueden prepararse manjares nutritivos y apetitosos con que sustituir en buena parte la carne.” [Ministerio de Curación, Pág. 244 ]
Podría parecer que defiendo el consumo de la carne, no, lo que defiendo es el derecho de cada persona. Alguno dirá que es una orden, no es para escoger si te gusta o no. No, no es ninguna orden, porque con la última cita se deja no entrever, se deja ver bien claro que no es una prueba de discípulo. Recientemente en DA publicamos una aportación del Pr. Becerra, recomiendo que la lean desde aquí.
Soy vegetariano y para mí la transición fue bien fácil, creo que tengo que darle las gracias a Dios por ello y a mí familia no adventista que supo comprender. Sin embargo, he aprendido que no es igual para todos. Y por ello no debo juzgar a nadie.
Quiero compartir con ustedes este corto escrito, no sin antes mencionar que la pirámide la desarrolló un pastor que fue mi maestro mientras estudiaba teología y un genio en el tema de la Reforma Pro-Salud, un pastor que ahora descansa en el Señor y espero ser fiel hasta la muerte o hasta que Cristo venga y poder abrazar al Pr. Carlos Molina de Puerto Puerto.
Creación – En la creación no se le puso una estufa o un fast food a Adán y a Eva. La Biblia dice: “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.” [Gn 1.29].
Después del pecado – Aún después del pecado, Dios no ordenó el consumo de carne. Leamos Génesis 3:18: “Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.”
Post-Diluvio – Juicio 1844 – 2da venida de Cristo – Aquí podemos decir que hay una transición. Después del Diluvio Dios permitió el consumo de carnes limpias, ahora en el inicio del juicio investigador en octubre de 1844 y los años siguientes se levantó el movimiento profético adventista, representado también con la última de las sietes iglesias de Apocalipsis. Además de predicar el triple mensaje angelical para una reforma espiritual, debía y debe predicar un mensaje para una reforma en cuanto a la alimentación, ¿por qué? Nosotros somos templo del Espíritu Santo [1 Cor. 3:16]. Nosotros somos arquitecto de nuestro propio cuerpo, somos lo que comemos. Añadamos a eso, las enfermedades que se han encontrado en los animales en los últimos años: Vacas locas, grave aviar, etc… De hecho, el mundo secular se ha dado cuenta de la importancia y los beneficios de una alimentación saludable. Una página muy buena que sigo es, Hazte vegetariano, la recomiendo. Existe suficiente evidencia de las enfermedades y el trato de los animales que preparan para el consumo.
Hagamos un resumen de esa trilogía (Post-Diluvio, Juicio 1844 o Movimiento adventista entra en escena con un mensaje que incluye no solo lo espiritual sino también lo físico y por último la 2da venida de Cristo).
Después del Diluvio el Señor permitió el consumo de la carne, cuando en la década del 40 entra en escena el movimiento adventista trae un mensaje de salud que no solo incluye el abandono del consumo de la carne, que ese es otro error, creemos que la reforma pro-salud solo abarca el consumo de la carne, incluye muchas cosas más que muchas veces pasamos por alto. El Señor quiere un pueblo sano, para que salga a predicar su verdad, ahora, no quiere decir esto que todos dejarán el consumo de la carne, no quiere decir esto que la persona que coma carne no es una persona consagrada. No voy abundar mas en ello porque creo que las citas de arriba son bien claras.
Eternidad – El alimento de los redimidos será del árbol de la vida, que da un fruto diferente cada mes (Apocalipsis 22:2). Volvemos al principio que es a donde Dios a través de Cristo nos quiere llevar, a nuestro hogar, el Edén.
La Hna. White escribió lo siguiente:
“Vi una mesa de plata pura, de muchos kilómetros de longitud y sin embargo nuestra vista la abarcaba toda. Vi el fruto del árbol de la vida, el maná, almendras, higos, granadas, uvas y muchas otras especies de frutas. Le rogué a Jesús que me permitiese comer del fruto y respondió: “Todavía no. Quienes comen del fruto de este lugar ya no vuelven a tierra. Pero si eres fiel, no tardarás en comer del fruto del árbol de la vida y beber del agua del manantial.” (Primeros Escritos, Págs. 18, 19).
Comer carne no es pecado. Sin embargo, creo que en este tiempo no es saludable comerla, aunque hay amistades que me dicen que la carne que consumen es grado A, puede ser, igual respeto su decisión y es lo que debemos hacer todos. El consejo está ahí, el que lo quiera aceptar bien, el que no pueda sustituir la carne por ‘x’ o ‘y’ razón Dios lo entenderá y el que no quiera aceptar porque no le interesa o por que le guste la carne, pues igual, esas cuentas se arreglan con Dios. Nosotros no somos jueces para juzgar a nadie por el consumo de carne.
Fuente: Defensa Adventista
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