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miércoles, 22 de mayo de 2019

Elena G. de White, ¿cometió plagio?


La edición de Los Angeles Times del 23 de octubre de 1980 llevaba un artículo en su primera página titulado “Plagiarism Found in Prophet Books” [Se encuentra plagio en los libros de una profeta]. Este artículo fue descubierto por Associated Press [Asociación de Prensa], y apareció en periódicos a lo largo de todo los EEUU, además de en varias revistas religiosas. El artículo acusaba principalmente a Elena de White de un extenso plagio y buscaba desacreditar su rol como mensajera especial del Señor a la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Dado que estos artículos (y otros de naturaleza similar) han circulado bastante ampliamente en los últimos meses pensamos que nuestros lectores podrían estar interesados en la siguiente opinión editorial sobre el rol de Elena de White en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Al hacer esto no es nuestro propósito procurar una refutación detallada de las acusaciones de plagio, aunque tendremos algunas palabras para decir sobre ese tema. En realidad, deseamos explicar brevemente cual sentimos qe era la naturaleza de su obra y sus efectos.
Cuando solo era una chica de 17 años, Elena tuvo su primera visión. Frágil y delicada de salud debido a un accidente cinco años antes, no se le habían dado muchos años de vida, aun así ella aceptó a regañadientes revelar a otros lo que el Señor le había revelado. Este ministerio inusual continuó durante setenta años, hasta su muerte el 16 de julio de 1915. Durante este período, ella recibió más de 2.000 visiones, escribió 100.000 páginas, 4.600 artículos para revistas, y miles de cartas. Sus consejos y guía han estado inseparablemente unidos al crecimiento y progreso de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Refiriéndose a su obra, ella escribió: “A medida que el Señor se ha manifestado por el espíritu de profecía, ‘han desfilado delante de mí lo pasado, lo presente y lo futuro. Me han sido mostrados rostros que nunca había visto y años más tarde los conocí cuando los vi. He sido despertad de mi sueño con una sensación vívida de asuntos previamente presentados a mi mene; y he escrito medianoche cartas que han cruzado el continente y, llegando en un momento de crisis, han evitado gran desastre la causa de Dios. Esta ha sido mi obra durante muchos años. Un poder me ha impelido a reprobar y reprender males en los cuales no había pensado. ¿Es esta obra de los últimos treinta y seis años de lo alto, o de abajo?” (Testimonios para la Iglesia, tomo 5, p. 629).
Creemos que la historia ha demostrado que su obra fue realmente del Señor. Grandes bendiciones sucedieron, y nuestra iglesia ha avanzado cuando sus consejos se han seguido; pero cuando fueron rechazados, se sufrió grandes pérdidas y nuestra iglesia se debilitó.
En 1957 publicamos Seventh-day Adventists Answer Questions on Doctrine [Los Adventistas del Séptimo Día responden Preguntas sobre Doctrina]. Este libro, producto de diálogos con varios eminentes eruditos de otras denominaciones, contenían una sección que abordaba los escritos de Elena de White y su relación con la Biblia. Nuestra posición, claramente expresada allí, no ha cambiado: “No consideramos a los escritos de Elena G. de White como una adición al sagrado canon de la Escritura…
“No pensamos que éstos tienen una aplicación universal, como en el caso de la Biblia, sino particularmente para la Iglesia Adventista del Séptimo Día…
“No los tenemos en el mismo nivel que a la Sagradas Escrituras, que permanecen sola y únicamente como el estándar por el cual todos los demás escritos deben ser juzgados.
“Los adventistas del séptimo día uniformemente creen que el canon de la Escritura se cerró con el libro de Apocalipsis. Sostenemos que todos los demás escritos y enseñanzas, cualquiera sea su fuente, deben ser juzgados por la Biblia y estar sujetos a ella, que es la fuente y norma de la fe cristiana. Nosotros probamos los escritos de Elena G. de White por la Biblia, pero en ningún sentido probamos la Biblia por sus escritos” (Questions on Doctrine, pp. 89, 90).
En su primer libro, en 1851, Elena de White dijo acerca de la Biblia: “Recomiendo al amable lector la Palabra de Dios como regla de fe y práctica. Por esa Palabra hemos de ser juzgados” (Primeros Escritos, p. 78). Más tarde ella escribió: “El Espíritu no fue dado—ni puede jamás ser otorgado—para invalidar la Biblia; pues las Escrituras declaran explícitamente que la Palabra de Dios es la regla por la cual toda enseñanza y toda manifestación religiosa debe ser probada”. (La Gran Controversia, p. 11). Y de acuerdo W. A. Spicer, en su última aparición ante los delegados reunidos en el congreso de la Asociación General en 1909, ella sostuvo la Biblia con sus manos que temblaban por la edad, y dijo: “Hermanos y hermanas, les recomiendo este Libro”.
Entonces, ¿qué rol tenemos para Elena de White y sus escritos?
Tal como se indicó en el libro de 1957, nosotros nunca hemos considerado que ella esté a la misma categoría que los escritos del canon de la Escritura. Sin embargo, además de los escritores escogidos de los libros canónicos de la Escritura, Dios utilizó muchos profetas y mensajeros que cuyas vidas fueron contemporáneas con la de los escritores de los dos Testamentos y cuyas declaraciones nunca fueron parte del canon de la Escritura. Estos profetas o mensajeros fueron llamados por Dios para dar aliento, consejo y amonestación al pueblo de antaño del Señor. Entre ellos se encuentran personajes como Natán, Gad, Asaf, Semaías, Azarías, Eliezer, Ahías, Ido y Obed en el Antiguo Testamento, y Simeón, Juan el Bautista, Ágabo y Silas en el Nuevo. Este grupo también incluye a mujeres como María, Débora y Hulda, que fueron llamadas profetisas, y en el tiempo de Cristo, Ana y las cuatro hijas de Felipe “que profetizaban” (Hechos 21:9). Es necesario reconocer que los mensajes que fueron dados través de estos profetas provinieron del mismo Dios que habló a través de aquellos profetas cuyos escritos fueron incluidos en el Canon Sagrado.
Que algunos de estos profetas no solo comunicaron mensajes inspirados sino que también los escribieron es evidente en textos bíblicos como 1 Crónicas 29:29 y 2 Crónicas 9:29. Es en esta categoría que considerados que Elena de White debe estar. Reconocemos que ella poseyó el don del Espíritu de Profecía, aunque ella misma nunca asumió el título de profetisa. En 1906, ella explicó por qué: “En mi temprana juventud se me preguntó varias veces: ¿Es Ud. profetisa? Siempre he respondido: Soy la mensajera del Señor. Sé que muchos me han llamado profetisa, pero no he pretendido ese título… ¿Por qué no he pretendido ser profetisa? Porque en estos días muchos que osadamente pretenden ser profetas son un baldón para la causa de Cristo, y porque mi obra incluye mucho más de lo que significa la palabra “profeta”… Pero mi obra ha abarcado tantos aspectos, que no puedo llamarme sino mensajera…” (Mensajes Selectos, tomo 1, pp. 36-39).
Recientemente, en el congreso de la Asociación General celebrado en abril de 1980, la iglesia reafirmó su confianza en este rol único para Elena de White. Entre las creencias fundamentales votadas allí, la número17 dice: “Uno de los dones del Espíritu Santo es el de la profecía. Este don es una marca identificadora de la iglesia remanente y fue manifestada en el ministerio de Elena G. de White. Como la mensajera del Señor, sus escritos con una fuente autoritativa y continua de verdad, y proporcionan consuelo, guía instrucción y corrección a la iglesia. Éstos también dejan en claro que la Biblia es el estándar por el cual toda enseñanza y manifestación religiosa debe ser probada. (Joel 2:28, 29; Hechos 2:14-21; Hebreos 1:1-3; Apocalipsis 12:17; 19:10).
Ella escribió de asuntos científicos muy adelantada a su tiempo. En 1864 ella escribió, “Tabaco es un veneno de la clase más engañosa y maligna”. En varias ocasiones ella ambién advirtió acerca de la contaminación del aire en las ciudades, que el humo, el polvo y los gases venenosos son una amenaza a la vida; que el alcohol daña permanentemente el cerebro y que las drogas pueden causar defectos congénitos. En el área de la nutrición, el Dr. Clive M. McCay, en ese entonces profesor de nutrición en la Universidd de Cornell, escribió en 1959, “Cualquiera sea la religión del lector, podrá ganar mucho en el medio de este mundo confuso en el cual vivimos mediante un estudio de los escritos de la Sra. White. Además, todo nutricionista moderno y dedicado estará impresionado por la seriedad de las enseñanzas de la Sra. White, a pesar del hecho de que ella comenzó a escribir hace casi un siglo atrás”. Es notable cuan cerca el reporte del Comité del Senado de los EEUU sobre nutrición y necesidades humanas, titulado “Metas dietéticas de los Estados Unidos” se asemeja a lo que ella defendió hace un siglo atrás. A diferencia de la corriente de predicciones ofrecida por los “psíquicos de supermercado”, los escritos de Elena de White han soportado la prueba del tiempo.
A lo largo de los años ataques ocasionales contra Elena de hite han surgido de dentro y fuera de la iglesia. De esta manera, las acusaciones actuales no resultan una sorpresa. En realidad, simplemente confirman nuestra convicción en ella y en el hecho de que la segunda venida de Cristo está cerca. Ella escribió: “El último engaño de Satanás se hará para que no tenga efecto el testimonio del Espíritu de Dios… Satanás trabajará hábilmente en diferentes formas y mediante diferentes instrumentos para perturbar la confianza del pueblo remanente de Dios en el testimonio verdadero” (Eventos de los últimos días, p. 92).
“Se encenderá un odio satánico contra los testimonios. La obra de Satanás será perturbar la fe de las iglesias en ellos” (Mensajes Selectos, tomo 1, p. 55).
Acerca de las acusaciones de plagio, la Sra. White declaró abiertamente en 1888 que a veces ella usaba las palabras de otros autores: “En algunos casos cuando he encontrado que un historiador había reunido los hechos y presentado en pocas líneas un claro conjunto del asunto, o agrupado los detalles en forma conveniente, he reproducido sus palabras, no tanto para citar a esos escritores como autoridades, sino porque sus palabras resumían adecuadamente el asunto” (El Conflicto de los Siglos, p. 14). Al hacer esto Elena de White estaba siguiendo una práctica comúnmente aceptada de los escritos del siglo XIX, como una investigación de los escritos de otros autores revelará.
Millones se han sentido inspirado a entregarse por completo al Señor Jesús por su libro Camino a Cristo. Este pequeño libro ha sido tan valioso para mi que le enviaré una copia sin cargo a cualquier lector que me lo pida.
En conclusión, es mi convicción que la obra de Elena G. de White, bajo la guía del Espíritu Santo, ha sido de una bendición inestimable para el crecimiento y la nutrición de esta iglesia. Ciertamente ella ha tenido este efecto en mi propia vida y experiencia con el Señor.
Autor: J. R. Spangler | Este artículo fue publicado originalmente en la revista Ministry de marzo de 1981 bajo el título “Ellen G. White, Plagiarist?”. | Traducido por Eric Richter para DA.
“Ellen G. White-Plagiarist?" by J. Robert Spangler published in the March 1981 issue of Ministry. The article first appeared in the March 1981 issue of Ministry,® International Journal for Pastors, www.MinistryMagazine.org. Used by permission.

Elena de White, ¿profeta o plagiaria?


Un niño que parece tener entre 10 a 12 años de edad está jugando sobre una alfombra frente a una chimenea. Su padre, después de un largo día de trabajo, se está relajando sobre el sofá mientras disfruta del calor del fuego. Su madre le está leyendo a la familia un fascinante relato de la Reforma Protestante del libro History of the Reformation of the Sixteenth Century [Historia de la Reforma del siglo XVI] de D’Aubigne. El joven Willie disfruta de escucharla leer porciones de la serie de cinco tomos para la devoción familiar, y nosotros también estamos intrigados mientras observamos a través de esta ventana del siglo XIX las actividades de esta familia adventista durante las largas noches del invierno de Michigan.
Otra ventana se abre, esta vez una ventana de oficina en un edificio de ladrillos en el centro de un pueblo de frontera que más tarde se convertirá en el lugar de nacimiento de la industria de los cereales para el desayuno. Una vez más vemos a la misma madre, que es al mismo tiempo ama de casa y escritora, sentada a la mesa en una habitación de un segundo piso que funciona como biblioteca, con libros apilados a su lado. Ella está leyendo y escribiendo. Su esposo a veces se le une porque él es escritor y líder eclesiástico. En ocasiones vemos al editor de la principal revista de la iglesia, llamada Advent Review and Sabbath Herald [Revista Adventista y Heraldo del Sábado], que a menudo firma sus artículos con un modesto “U. S.”, trayéndole una pila de revistas que él ya no necesita. Ella parece estar muy complacida.
Años más tarde una tercera ventana se abre ante nosotros, esta vez la ventana del vagón de un tren. El brazo editorial de esta naciente iglesia se está extendiendo hacia el oeste, hasta llegar al Océano Pacífico. Esta ocupada mamá, ahora de mediana edad, necesita aprovechar hasta el último minuto en medio de su cargada rutina de escritura de libros, artículos y correspondencia. Ella está observando un puesto de venta, donde, entre muchas otras cosas, hay algunos periódicos y libros usados a la venta. Uno de los libros tiene un título cautivante: “The Abominations of Modern Society” [Las abominaciones de la sociedad moderna], así que ella lo compra. Puede que le sea útil más tarde cuando se ponga a escribir.
Puede ser sorprendente para algunos, pero estas son descripciones auténticas de las actividades de Elena G. de White, cuyos escritos han sido, y siempre serán, altamente estimados por los adventistas del séptimo día. Las primeras dos ventanas nos han sido abiertas a nosotros por su propio hijo, William C. White, quien describió cómo su madre disfrutaba de leer a D’Aubigne a su padre y cómo Uriah Smith (“U. S.”) les entregó a los dos una habitación especial en la biblioteca de la editorial Review and Herald para que investiguen y lean (Carta de William C. White a Leroy E. Froom del 13 de diciembre de 1934, recientemente reimpresa en Mensajes Selectos, tomo 3, pp. 527-529). La tercera ventana puede ser vista gracias a una revisación profunda de la propia biblioteca de Elena de White. El libro The Abominations of Modern Society de DeWitt Talmadge tiene las siguientes palabras escritas en su primera página con la firma característica de Elena de White debajo: “Adquirido en los vagones [del tren] que venía de Omaha a Oakland”.
La opinión acerca de Elena de White que está alcanzando mayor aceptación es que ella era una lectora mucho más ávida de lo que incluso su propia familia se daba cuenta, y que ella utilizó material de fuentes externas para sus escritos en una escala más amplia de lo que la iglesia era consciente. En 1934, William C. White, escribiéndole a Leroy E. Froom, hizo una declaración: “Elena de White era una lectora rápida, y tenía muy buena memoria” (Mensajes Selectos, tomo 3, p. 528). En una carta anterior a Leroy E. Froom, él proporciona uno de los mejores resúmenes disponibles sobre los hábitos de lectura de Elena de White: “Tu preguntaste acerca de los hábitos de lectura de mi Madre. La hermana White era una mujer muy productiva, y cuando no estaba involucrada con todas sus fuerzas en viajar, o hablar, o en escribir testimonios y libros, ella pasaba una parte de su tiempo leyendo o estudiando. Por supuesto, la Biblia en primer lugar. Después libros como History of the Reformation [Historia de la Reforma] de D’Aubigne, y History of the Reformation [Historia de la Reforma] de Martyn, y después ella leyó un poco a Wylie, pero no mucho. Ella también leyó varios libros sobre la vida de Cristo, los de Fleetwood, Farrar, Geikie, Lightfoot y [Samuel] Andrews, y después ella leyó a Hanna; pero no creo que ella haya leído alguna vez a Edersheim. Ella tenía en su biblioteca y ocasionalmente leyó [los libros sobre] la vida de Pablo de Conybeare y Howson, y la vida de Pablo de Farrar. Ella también leía de las mejores revistas religiosas. ¿Cómo las conseguía? Ella solía pedirles a los editores de la Review [and Herald] y Signs [of the Times] que le envíen sus ediciones, una vez que las hubieran terminado; y durante años, cuando ella estaba en su adultez y vigorosa, leería una o dos horas cada día después de completar un buen día de trabajo escribiendo. Como resultado de esta [rutina de] lectura ella encontró muchos artículos preciosos, que ella recomendaba para [su] publicación en la Review [and Herald]; más a menudo ella encontraba buenas cosas para leerle a la familia. Además, ella cortaba cientos de artículos y los pegaba en álbumes de recortes, pensando que serían útiles los días por venir” (Carta de William C. Whte a Leroy E. Froom del 14 de febrero de 1926. Archivos de la Asociación General). Hoy sabemos que Elena de White si usó el libro The Life and Times of Jesus the Mesiah [La vida y las épocas de Jesús el Mesías] de Edersheim, así como otros libros mencionados por William C. White.
¿Cuán extensamente Elena de White utilizó libros y artículos al investigar y escribir? La respuesta es que en la actualidad no lo sabemos. Lo que sigue es un reporte del progreso que se ha hecho en la búsqueda por las fuentes literarias. Mi parte comenzó en 1975-1976 cuando estaba investigando en las posibles fuentes para las declaraciones de Elena de White sobre las causas de los terremotos y volcanes, que fue publicado como una serie de dos partes en la revista Ministry (W. H. Johns, "Ellen G. White and Subterranean Fires," Ministry Magazine, agosto y octubre de 1977). El Patrimonio White está actualmente llevando a cabo una investigación en las cuestiones relacionadas al préstamo literario, y parte del material en este reporte debe ser debidamente acreditado a los hallazgos del Patrimonio White (¡a menos que desee que se me acuse de plagiar!). Además, el Dr. Fred Veltman ha recibido un pedido especial de parte de la Asociación General para estudiar las fuentes literarias en El Deseado de todas las Gentes.
Lo que sabemos es que Elena de White hizo uso de fuentes contemporáneas en sus escritos publicados y no publicados, y que a veces ella utilizó materiales casi palabra por palabra sin dar crédito.
Solo para que el lector conozca mis convicciones personales, en vista de nuestros hallazgos, creo que los escritos de Elena de White son completamente inspirados por el Espíritu Santo, y rechazo el concepto de grados de inspiración. Algunos pueden sentirse tentados a sugerir que las porciones de sus escritos que fueron “tomados prestados” o derivados de fuentes previas son menos inspirados que las porciones que son originales e inéditas. No obstante, este concepto es insostenible en vista del hecho de que también encontramos ejemplos de fuentes literarias en la Escritura. El Evangelio de Lucas fue compuesto casi completamente usando otras fuentes (Lucas 1:1-4); ¿significa eso que Lucas es menos inspirado que Mateo, Marcos o Juan? La inspiración no depende de la originalidad, ni tampoco el descubrimiento de fuentes literarias previas en un documento inspirado lo convierte en menos inspirado.
Se pueden encontrar ejemplos de paralelos literarios entre los escritos de Elena de White y otros autores en temas tan diversos como el sufrimiento de Cristo, la importancia de las pequeñas cosas, y la relación entre la materia preexistente y la obra creadora de Dios. Los paralelos que he encontrado no siempre son tan llamativos como estos tres. Muy a menudo Elena de White parafrasea las palabras de algún otro autor, o incluso reformula en sus propias palabras pensamientos y expresiones encontradas en otras obras.
Puede ser tentador conjeturar que todos los paralelos son coincidencias, pero en ese caso uno tendría que explicar cómo no solo el orden de la oración sino también el mismo orden de las palabras se han preservado. La única manera de explicar estos paralelos si nos basamos en la idea de que Elena de White no leyó absolutamente nada en estas obras previas, es sugerir que Dios mediante el Espíritu Santo dictó las misma palabras que ella puso sobre el papel. Los adventistas del séptimo día han consistentemente rechazado la teoría de inspiración verbal/dictado. Si las palabras mismas han sido dictadas a Elena de White, entonces ella no necesitaría la ayuda de su esposo y más tarde la de sus asistentes literarias para mejorar la gramática, la sintaxis y la claridad de lo que estaba escribiendo.
En mi investigación he tenido acceso a algunos de los mismos libros que le pertenecían a Elena de White y que ella utilizó. Al revisar su copia del libro The Great Teacher [El Gran Maestro] de John Harris, que contiene su firma manuscrita en la primera página, indica que este libro fue obviamente usado a menudo, y ahora conocemos docenas de paralelos literarias con Harris. Su copia del libro Sermons [Sermones] de Henry Melvill (la edición de 1844), muestra evidencia de uso frecuente, con páginas dobladas por la mitad, la esquina de algunas páginas dobladas diagonalmente, y marcas de tinta en varias páginas. Elena de White nunca subrayaba el texto en ninguno de sus libros, pero ocasionalmente marcaba con líneas verticales o con una “X” en los márgenes sus citas favoritas o pasajes que la hacían reflexionar.
Fue una serie de líneas verticales lo que nos llevó a encontrar paralelos entre las declaraciones de Melvill acerca de los “oráculos de Dios” y declaraciones similares en los escritos de Elena de White. Curiosamente, una copia del manuscrito original para esta serie de paralelos fue publicada justo antes de nuestro descubrimiento (Robert W. Olson, One Hundred and One Questions on the Sanctuary and on Ellen White [1981], p. 90). Cuanto más examinamos la biblioteca que una vez le perteneció a Elena de White, más ejemplos encontramos de las maneras en que ella la utilizó y la extensión de su uso.
Elena de White si usó su biblioteca más extensamente de lo que se había pensado previamente. Aunque los porcentajes pueden ser engañosos y ser malinterpretados, aún son un medio válido de evaluación. F. D. Nichol, en su libro Ellen G. White and her Critics [Elena G. de White y sus críticos] (1951), concluyó que el 11 por ciento de Sketches from the Life of Paul [Bosquejas de la vida de Pablo] había sido derivado de dos fuentes: 7 por ciento del libro Life and Epistles of the Apostle Paul [La vida y las epístolas de Pablo] de Conybeare y Howson; y 4 por ciento del libro The Life and Work of St. Paul [La vida y obra de San Pablo] de F. W. Farrar. Nichol además declara que l cantidad de material parafraseado en El Conflicto de los Siglos (edición de 1884) que proviene del libro History of the Sabbath [Historia del Sábado] de J. N. Andrews es equivalente a menos de un 1 por ciento de todo el libro (Ibid., p. 421). Raymond S. Cottrell fue comisionado por el Patrimonio White para realizar un estudio preliminar de la relación entre el libro Life of Our Lord [Vida de nuestro Señor] de William Hanna y algunos capítulos selectos de El Deseado de todas las Gentes. De los capítulos estudiados, él encontró que aproximadamente el 3 por ciento era de William Hanna.
Recientemente hemos encontrado porcentajes más elevados de material prestado. Aproximadamente el 20 por ciento del capítulo “La ciencia y la Biblia” en el libro La Educación puede ser rastreado a fuentes previas. Aproximadamente el 40 por ciento de dos artículos en la Review and Herald (publicados el 18 de julio de 1882 y el 5 de julio de 1887) pueden ser identificados como provenientes de dos capítulos del libro Sermons de Melvill. Es curioso que uno de los artículos, “The First Prophecy” [La primera profecía] tiene el mismo título que un sermón de Melvill, y que ambos comienzan con el mismo texto bíblico: Génesis 3:15.
En testimonios personales y en cartas también encontramos ejemplos de préstamos literarios. Un testimonio fechado el 20 de junio de 1882, y escrito a los miembros del iglesia de Battle Creek (publicado Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pp.107-123) tiene un 31,5 por ciento de su contenido en común con porciones de dos libros: Night Scenes in the Bible [Escenas nocturnas de la Biblia] (1868) de Daniel March y Elijah the Tishbite [Elías, el Tisbita] (1838). También he determinado que el 41 por ciento del Manuscrito 24 de 1886 (publicado en Mensajes Selectos, tomo 1, pp. 21-24) fue obtenido del libro Origin and History ofthe Books of the Bible [Origen e historia de los libros de la Biblia] de Calvin E. Stowe, páginas 13 al 20. Cartas no publicadas también poseen ejemplos de paralelos literarios. Más de la mitad de la Carta 19e de1892 ha sido adaptada de un capítulo del libro The Precious Promises [Las preciosas promesas] (pp. 47-52) de J. C. Geikie, que estaba en la biblioteca personal de Elena de White.
Los porcentajes dados previamente solo aplican a pequeñas porciones de sus escritos, por lo tanto no deberíamos extrapolarlos para cubrir todo lo que ella escribió. En este punto sería prematuro incluso intentar deducir cuanto de sus escritos inspirados pueden ser rastreados a fuentes previas. Con cada nuevo descubrimiento el porcentaje de contenido paralelo aumenta. Pero ya sea que la cifra final del total de los préstamos literarios sea del 5 o del 50 por ciento, un 8 o un 80por ciento, nunca debemos retroceder ni una iota de nuestra sólida posición de que los escritos de Elena de White son completamente inspirados, porque la inspiración incluye la guía del Espíritu Santo en localizar las fuentes literarias correctas así como la transmisión de ideas.
Aunque ella carecía la educación formal usual, Elena de White leía ávidamente mediante la práctica continuada y la auto-disciplina. Dios no capacita sobrenaturalmente a un individuo con cualidades o habilidades que podemos obtener mediante el trabajo duro acompañado por el poder divino. Aunque ella era un hábil lectora, siempre fue consciente de su falta de habilidad en el tema de la escritura (véase Mensajes Selectos, tomo 3, p. 100). Esa es una de las razones por las cuales se sintió impulsada a usar fuentes literarias externas. La belleza literaria de sus escritos no debería usarse como evidencia de inspiración divina; algunas de las hermosas gemas de pensamiento pueden ser rastreadas hasta fuentes previas.
Elena de White escribió: “Tan ciertamente como hay un lugar preparado para nosotros en las mansiones celestiales, hay un lugar designado en la tierra donde hemos de trabajar para Dios”, (Palabras de vida del Gran Maestro, p. 262). Mientras que John Harris, en su libro The Great Commission [La Gran Comisión] (edición de 1854), página 103, escribió: “Es tan cierto que hay un trono preparado para cada creyente en el cielo, como que hay un lugar apropiado prescrito para cada uno en la tierra”.
“El argumento más poderoso en favor del Evangelio es un cristiano amante y amable” (El Ministerio de Curación, p. 372); “una vida de amor desinteresado es un argumento que no pueden contradecir” (El Deseado de Todas las Gentes, p. 115). T.L. Cuyler escribió en su libro Heart Life [Vida de corazón], página 69: “Un cristiano vivo y amante es el argumento más poderoso en favor del Evangelio. Ningún incrédulo ha podido refutar eso”.
“Dios sabe mejor que tu lo que es bueno y esencial para sus hijos. Él nunca los lleva a ningún lugar al que ellos no quisieran ir si fueran capaces de ver tan claramente como Él sus propias necesidades” (Diario personal de Elena de White, 21 de noviembre de 1890). F.W. Krummacher escribió en su libro Elijah the Tishbite [Elías el Tisbita], páginas 20, 21: “Dios… conoce exactamente y mucho mejor que nosotros lo que es bueno y necesario para sus hijos; y, en verdad, Él nunca los lleva a ningún lugar al que ellos no quisieran ser llevados si fueran capaces de ver tan claramente en sus corazones sus necesidades como Dios las ve”.
Bickersteth escribió acerca de la oración, “Es una llave que abre los almacenes de la Tesorería de Diospara nosotros;… para que mediante la oración obtengamos todas las bendiciones que necesitemos” (A Treatise on Prayer [Un tratado sobre la oración], 1834, p.12). Pero me gusta mucho más la versión de Elena de White sobre el mismo pensamiento: “la oración es la llave en la mano de la fe para abrir el almacén dl cielo, donde están atesorados los recursos infinitos de la Omnipotencia” (El Camino a Cristo, pp. 94-95).
La extensión de la lectura de Elena de White puede ser medida por el tamaño de su biblioteca. En realidad, ella tenía tres bibliotecas: una biblioteca en su oficina personal a la cual sus asistentes literarias tenían acceso, una biblioteca personal, y una biblioteca de 572 títulos que ella le vendió a C. C. Cristler en 1913. Cuando ella murió en 1915, se realizó un inventario de todas sus posesiones, incluyendo sus libros. El trabajo bibliográfico fue realizado en la listas de inventario, y un recuento preliminar indica que Elena de White tenía más de 1.100 libros de autores no adventistas en sus tres bibliotecas, excluyendo versiones de la Biblia e himnarios. Más de ochocientos libros ya no se encuentran en la colección del Patrimonio White. Apenas ha comenzado la obra de determinar cuántos libros pueden haber sido leídos y utilizados por Elena de White. Tenemos una lista de aproximadamente setenta y cinco libros, de los cuales no todos aparecen en las listas de inventario, que estamos bastante seguros que Elena de White leyó y utilizó. Un ejemplo es la obra A Treatise on Prayer [Un tratado sobre la oración] de Bickersteth, que proporcionar muchas de las expresiones que aparecen en El Camino a Cristo, en el capítulo titulado “El privilegio de la oración”. Decenas de libros en las listas de inventario obviamente no fueron utilizados por Elena de White al escribir sobre temas espirituales. Por ejemplo, el libro Book-keeping [Contabilidad] de Mayhem, una gramática griega y un libro sobre trigonometría. Por supuesto, sus listas de inventario no incluyen libros que se encontraban en las bibliotecas de la Review and Herald y de J. N. Andrews, a las cuales ella tenía acceso, así que es muy probable que nunca sepamos exactamente cuántos libros Elena de White puede haber leído durante su vida.
Pero, ¿es realmente importante saber esto para determinado ha sido su rol profético? ¡Su rol como “mensajero de Dios” para su iglesia no depende del número de libros que pueda haber leído!
Tal vez lo más sorprendente que el variado espectro o extensión de los préstamos literarios de Elena de White es el reciente descubrimiento que ella utilizó las palabras de autores previos para describir palabras que ella escuchó mientras estaba en visión. En unos pocos casos, ella utilizó los escritos de una fuente del siglo XIX para citar las palabras de Cristo o de un guía angelical. En uno de estos casos utiliza las palabras de Heman Humphrey, quien escribió la introducción al libro The Great Teacher [El Gran Maestro] de John Harris. Este ejemplo fue discutido hace un año atrás en la Adventist Review [Revista Adventista] (2 de abril de 1981). En otro caso ella introduce una extensa cita del libro Elijah the Tishbite [Elías el Tisbita] de Krummacher con las palabras, “Mi Guía dijo…”. Al describir las “escenas del juicio venidero”, ella repite la amonestación del Juez a quienes no tienen túnicas blancas y utiliza parcialmente algunas oraciones modificadas de Daniel March, de su libro Walks and Homes of Jesus [Caminatas y hogares de Jesús] (1886), pp. 316, 317.
Teniendo en cuenta el hecho de que ella cita las palabras de escritores previos cuando describe palabras oídas en visión, no debería sorprendernos descubrir que cuando dice, “Vi…” o “Me fue mostrado” ella a veces se sentía libre, bajo la guía del Espíritu Santo, de usar expresiones de una fuente terrenal.
Una cuestión que debe ser abordada es esta: ¿Por qué este asunto de los préstamos literarios de Elena de White no es mejor conocido, especialmente teniendo en cuenta que hemos tenido varios cientos de libros de su biblioteca para investigar? Buscando una respuesta para esta pregunta, tuve la oportunidad de examinar los archivos del Patrimonio White y los Archivos de la Asociación General relacionados a las acusaciones de plagio (un tema que va a ser debatido más adelante). Descubrí rápidamente que muy poco se ha conocido acerca del uso de fuentes por parte de Elena de White durante los últimos cien años. El primer caso de paralelos literarios fue publicado en el periódico Enterprise de la ciudad de Headsburg el 13 y el 20 de marzo de 1889, como resultado de un debate llevado a cabo por Dudley M. Canright con algunos de los voceros de la iglesia en Headsburg, California. Columnas paralelas fueron publicadas mostrando el uso de materiales sin comillas de cinco fuentes. Para 1915, solo ocho libros habían sido identificados como fuentes de Elena de White, además de los que ella le dio crédito, como en El Conflicto de los Siglos. Para 1976, un total de veinticinco fuentes habían sido mencionadas en imprenta o en correspondencia entre líderes de la iglesia durante un período de noventa años, pero en los pocos años siguientes a 1976 hemos triplicado el número de fuentes literarias conocidas que ella utilizó.
Las razones por las cuales anteriormente tenía un conocimiento mínimo de las fuentes literarias utilizadas por Elena de White es la dificultad de ubicar los paralelos. Yo estimo que llevará un mínimo de cinco mil horas de trabajo para revisar toda la biblioteca de Elena de White para poder determinar solamente que libros ella leyó y cuáles no. ¿Quién tiene cinco mil horas para esto? Cundo las acusaciones de plagio fueron presentados en las páginas del libro Gathering Call de Ballenger, en 1932 y 1933, un miembro del Patrimonio White, D. E. Robinson, pasó un total de cuatro o cinco horas comparando los libros de Conybeare y Howson con Sketches from the Life of Paul de Elena de White (Carta de D. E. Robinson a L E. Froom, 14 de marzo de 1933). Él dejó más de 1.100 libros sin revisar en su investigación.
La cantidad de tiempo y esfuerzo requerida para este tipo de investigación es mejor ilustrada en los descubrimientos de los rollos del Mar Muerto. En una de las cuevas, los ratones habían partido lo rollos en miles de pedazos al intentar comer el pegamento que los antiguos escribas habían usado para encuadernar las páginas de pergamino. Un equipo de eruditos ha pasado más de tres décadas intentando reacomodar los rollos destrozados por los ratones, así como mucho otros rollos, como el rollo de cobre, con el objetivo de publicar sus hallazgos, y aún tiene mucho trabajo por delante.
Me gustaría sugerir que en muchos casos, encontrar un paralelo literario es comparable a reacomodar un fragmento de los rollos del mar muerto. Esto explica por qué nuestro conocimiento de los que puede haber pasado en el estudio de Elena de White ha sido escaso hasta tiempos reciente.
Sin embargo, encontramos que las ventanas a la investigación de Elena de White nunca han sido cerradas y que las personas no han sido bajadas; ni tampoco la puerta de la habitación que ella usaba para escribir ha sido cerrada desde adentro. La puerta siempre ha estado vierta, y mediante ella podemos ver la silueta de una mujer que debe haber sido una diligente investigadora, que examinó sus fuentes meticulosamente y las utilizó cuidadosa y eficientemente, una mujer completamente embebida en el Espíritu Santo, que ha dejado mediante su prolífica pluma un tesorero de valor incalculable a la iglesia, mucho más valioso que los cientos de millones de dólares que las propiedades de la iglesia valen actualmente. Si no fuera por los continuos consejos de la pluma de Elena de White, no hubiera sido posible la edificación de iglesias e instituciones, y, por lo tanto ¿no deberían esos consejos ser más valiosos que los edificios e instituciones cuyas fundaciones están arraigadas en estos consejos? Siento que el descubrimiento de paralelos literarios no pueden devaluar lo que se ha confirmado que posee un valor espiritual incalculable en la vida de millones.
Autor: Warren H. Johns | Este artículo fue publicado por primera vez en la revista Ministry de junio de 1982 bajo el título “Ellen White: prophet or plagiarist?” | Traducido por Eric Richter para DA
“Ellen White: prophet or plagiarist?" by Warren H. Johns published in the June 1982 issue of Ministry. The article first appeared in the June 1982 issue of Ministry,® International Journal for Pastors, www.MinistryMagazine.org. Used by permission.

Efesios 1:13: ¿Es el Espíritu Santo el Sello del Dios vivo?



En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,... (Efesios 1:13)
Una prueba que derrumba por completo esta teoría de que el "Espíritu" mencionado en el texto es el "sello mismo". La estructura griega del texto en cuestión reza como sigue:
ᾧ καὶ πιστεύσαντες ἐσφραγίσθητε τῷ πνεύματι τῆς ἐπαγγελίας τῷ ἁγίῳ,
La palabra "sellados" (esfragísthete, ariosto indicativo plural) está conjugado con "el Espíritu" (gr. to pneúmati). Pero eso no es lo importante, lo importante es que "el Espíritu" está en el caso dativo y esto es completamente entendible. El caso dativo indica y expresa objeto o complemento indirecto. Este se divide en locativo e instrumental. En este caso, es instrumental y esto significa "el instrumento con el cual se hace algo". De esta manera, la conjugación de los "sellados" expresa claramente que el instrumento usado, en este caso, para sellar, es el to pneúmati, dando una clara distinción entre "el sellado" y "el sellador".
El autor de Efesios fue claro al usar la palabra en dativo indicando el medio por el cual el sello es impuesto. Por lo tanto, una mejor traducción y teniendo en mente el texto griego sería como sigue:
"En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con (es decir, por medio de) el Espíritu Santo de la promesa, (Efe. 1:13 R95)
En ninguna manera el sentido de la oración original era confundir el sello de Dios con el Espíritu Santo. Ambos sustantivos están claramente diferenciados del uno o del otro. Más aún el caso dativo instrumental refuerza la idea de que el Espíritu Santo es el medio por el cuál se sella a las personas.
El sello del Dios vivo tiene que ser por consiguiente lo opuesto a la marca de la bestial de apoc. 13. Sin dar muchas vueltas al asunto, si llegamos a la conclusion de que la marca de la bestia es el domingo, automaticamente el sello es lo contrario, el sabado.
El Espíritu Santo no es el sello, sino un sellador, y el sello de Apocalipsis es de una naturaleza muy diferente. En cuanto a tener "sábado" escrito en nuestras frentes, es una manera alegórica de mostrar que el sábado es la señal escrita en los corazones (mentes) de los 144,000.
Decir que el sello esta en sus frentes no es decir literalmente que tendran algo escrito en sus frentes sino una manera de expresar el carácter del nombre puesto.
No hay un versículo que diga "el sábado es el sello de Dios". Tal designación se llega a la conclusión de un estudio exegético y hermenéutico del AT y el NT.
El texto griego de Efesios es sumamente claro que incluso no posee variantes en los manuscritos disponibles actualmente. La frase dice claramente: esfraagisthete to pneumati y esto es traducito correctamente "fuistes sellados POR el Espíritu (Santo)"
Esto está indicado por el caso dativo de la palabra "Espíritu" (to pneumati) que indica claramente su uso instrumental con el cual se realiza una acción. En este caso el Espíritu es el instrumento con el cual se sella. Esto es irrefutable y no puedes probar lo contrario.
La palabra "con el" en Efesios 1:13 no existe en el original?:
"...ἐσφραγίσθητε τῷ πνεύματι τῆς ἐπαγγελίας τῷ ἁγίῳ" (Eph 1:13)
La parte ennegrecida dice: "Fuisteis (2da persona) sellados el Espíritu". Claramente el artículo to indica su caso dativo. ¿Que preposición se debe añadir? (Por) es la preposición correcta para indicar el uso instrumental del caso dativo. Es decir, el sellamiento del que habla Pablo ocurrió (aoristo) puntualmente antes de que Pablo escribiera esto. ¿De qué manera ocurrió? Por el Espíritu Santo. Aquí no se identifica que es el sello, simplemente muestra el sellador.
Usualmente la palabra "con" tiene su equivalente en griego acertadamente, usualmente es metha o sun. Por ninguna parte veo esas dos preposiciones.
καὶ μὴ λυπεῖτε τὸ πνεῦμα τὸ ἅγιον τοῦ θεοῦ, ἐν ᾧ ἐσφραγίσθητε εἰς ἡμέραν ἀπολυτρώσεως. (Efesios 4:30)
Literalmente, "... por el que fuistes sellados para el día de redención". Aquí la palabra importante es el pronombre relativo ho (ᾧ). Nuevamente es un caso dativo porque se muestra una acción realizada ya en el pasado (aoristo) y el agente que la realizó, el to pneuma to hagion tou theou. El mismo sentido instrumental del verso anterior está aquí. También está ausente la preposición "con" y esta es suplida por los traductores. Aunque no tengo problemas con la preposición (ya que el sentido de "con y por" expresan el mismo sentido instrumental), creo que para evitar problemas de sujetos y sus respectivos predicados, es necesario traducirlo de la manera intencionada por el autor, por el Espíritu Santo.
Autor:

Joel Lisboa | Estudió Teología y tiene una maestría en Arqueología de Andrews University


El sello de Dios, la marca de la Bestia y el Microchip

La Biblia nos muestra que en el conflicto final habrá un gran ataque contra el sello de Dios. Será un conflicto de adoración entre los que adoran a Dios y los que adoran a Satanás (Apocalipsis 13). Satanás esta molesto contra los hijos de Dios por que la iglesia es fiel a Dios. (Apocalipsis 12:17; 14:11-12) Dice la Biblia que junto con el Cordero (Cristo) habían ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre del Cordero y de su Padre escrito en sus frentes. (Apocalipsis 14:1) La Biblia también dice que el sello de Dios será colocado en las frentes, (Apocalipsis 9:4) existe una estrecha similitud entre ambos. ¿Por qué será colocado en la frente? Porque en nuestra frente tenemos nuestro lóbulo frontal, es decir, nuestra mente. Entonces, ¿que quiere poner Dios en nuestra frente, en nuestra mente? su santa ley y escribirlas en nuestro corazón. (Hebreos 8:10) Note que aún las leyes de Dios (los 10 mandamientos) estarán en el nuevo pacto, pero ahora en las mentes del Israel espiritual, en todo aquél que desee ser su hijo. (Gálatas 6:16) Dios no tiene dos pueblos, sino que de los dos pueblos, judíos y gentiles, hizo uno. (Efesios 2:14) Es evidente entonces que lo que Dios desea escribir en nuestras mentes son sus mandamientos, pues sus hijos le serán obedientes.
Nombre en la Biblia es símbolo de carácter, así como Jacob que significaba en hebreo “suplantador”, llegó a ser Israel, “el que lucha con Dios”, vencedor. Por lo tanto ¿Dónde en la Biblia se ha revelado el nombre (carácter) de Dios?, ¿donde encontramos como es Dios? En los 10 mandamientos, si esa ley dijera que podemos robar, ¿no pensaríamos que nuestro Dios es un ladrón? y si dijera que podemos mentir, ¿no pensaríamos que nuestro Dios es un mentiroso? La Biblia dice que la forma de ser de Dios, su carácter, su nombre, estaba escrito en las frentes de los 144K. (Apocalipsis 14:1) Este grupo ama a Dios de todo corazón, lo siguen por donde quiera el va (Apocalipsis 14:4) Han cultivado su carácter para que sea semejante al de Cristo por medio del Espíritu Santo (1 Corintios 11:1) Es el Espíritu Santo quien sella las personas. (Efesios 1:13; 4:30) Es Él quien habla a nuestras mentes (Juan 14:15-16). Lo que estará sellado sobre nosotros será su santa ley. (Isa 8:16) No dice que sería el Espíritu Santo, sino que dice “la ley”, los 10 mandamientos pues el contexto así lo afirma en el verso 20. Es de esta forma que tenemos escrito en nuestras mentes su nombre (Hebreos 8:10), es decir, poseemos su carácter.
La Biblia dice que la bestia de Apocalipsis también posee una señal de su nombre y será puesta en la mano derecha o en la frente (Apocalipsis 14:9-11). La persona que adopte como verdad sus enseñanzas y las ponga por obras, beberá del vino de la ira de Dios (Apocalipsis 14:10). Señal y sello son lo mismo. (Romanos 4:11).
Note lo siguiente: los mandamientos que tienen que ver con la adoración son los primeros cuatro mandamientos del decálogo. Estos se resumen en “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” el mandamiento mas importante de las escrituras. (Deuteronomio 6:5; Marcos 12:29) Debe estar en nuestras frentes. (Deuteronomio 6:4-8) Satanás siempre ha exigido adoración. Por eso pecó, por engrandecerse en su corazón. (Ezequiel 28:17) Así como la historia de la imagen de oro que levantó el rey Nabucodonosor exigiendo que la adoraran (Daniel 3:14) así mismo sucederá en los últimos días, Satanás hará levantar una imagen in-tangible para que el mundo la adore (Apocalipsis 13:15). Por eso es que el engaño será muy grande porque nadie podrá verla, será un engaño espiritual. (Apocalipsis 19:20) Veamos a continuación como en Apocalipsis 13 se nos revela que habrá un ataque contra la ley de Dios, especialmente contra los primeros cuatro mandamientos, los que tienen que ver con nuestra adoración a Dios, “Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”.
1 – No tendrás dioses ajenos = Apo 13:8
2 – No te harás imagen = Apo 13:14
3 – No tomar el nombre de Dios en vano = Apo 13:6
4 – Acuérdate del día de reposo = Apo 13:16

La guerra es contra los primeros cuatro mandamientos. Adoramos a Cristo o adoramos a Satanás. Seguir las doctrinas de la bestia es adorar a Satanás (Apocalipsis 13:4). Más aún, la Biblia dice que esa guerra es contra un mandamiento en especial de esos primeros cuatro mandamientos.
Debemos adorar a Dios porque es nuestro creador. (Salmos 95:6) En Apocalipsis 14:7 se menciona una advertencia muy importante, debemos adorar solamente al creador de los cielos y la tierra, esto nos lleva al Génesis. La creación de Dios no estuvo completa sin el séptimo día, el sábado (Génesis 2:1-3). “Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día por tanto Jehová bendijo el sábado y lo santificó. Por eso adoramos a Dios porque es el Creador y el sello de su creación es el sábado. De hecho, el sábado esta ligado explícitamente a la adoración de nuestro Dios. En Isaías 66:22-23 menciona nuevamente a Jehová como creador de los cielos nuevos y la tierra nueva y también señala el sábado como sello de su creación y que precisamente en ese día adoraremos a Dios. Es sello para siempre. (Éxodo 31:17; Ezequiel 20:12)
Ezequiel capítulo 8 habla sobre las abominaciones que cometió Israel en su tiempo y la abominación mayor fue la adoración al sol. (Ezequiel 8:16) Inmediatamente en el capitulo nueve vemos como se le pone señal o sello en la frente a los que no adoraban al sol (Ezequiel 9:1-4) Los que obedecían a Dios guardaban el sábado y recibían el sello de aprobación en la frente, mientras que en Apocalipsis 14:9 se habla de los desobedientes a Dios y estos reciben la marca de la bestia.
¿Sabía usted que para adorar al dios sol, los paganos habían escogido un día? Ese día era “el primer día de la semana”, domingo. Es el día que los cristianos de hoy dicen que es especial simplemente porque Cristo resucitó. Esta afirmación no es suficiente para cambiar la solemnidad del sábado al domingo, mas bien es otro intento de Satanás de contaminar la verdad. Veamos las similitudes entre ambas señales:
Sello de Dios: (Sábado)
1- Nombre del Padre y del Cordero. (Apocalipsis 14:1)
2- Colocado en la frente (Apocalipsis 9:4)
3- Adoran a Dios. (Apocalipsis 14:3)
4- Vivirán para siempre (Apocalipsis 14:4)

Marca de la Bestia: (Domingo)
1- Nombre de la Bestia (Apocalipsis 13:17)
2- Colocado en la frente (Apocalipsis 13:16)
3- Adoran a la Bestia (Apocalipsis 14:9)
4- Morirán para siempre (Apocalipsis 14:11)

Es importante obedecer a Dios, hay peligro en no guardar su santo sábado. (Jeremías 17:27) Muchos creen que Dios no condena por no guardarlo, simplemente ven que es un día igual que los demás pero no se percatan que la diferencia está en que Dios lo santificó en la creación y no en el Sinaí. La Biblia dice que existiría un movimiento religioso que intentaría cambiar la ley de Dios. (Daniel 7:25) Se intentaría desviar la verdad por medio de este movimiento e implantar otro día de adoración. Ya esto aconteció en los primeros siglos de nuestra era y todo el mundo se ha embriagado con este cambio. La marca de la bestia no es un microchip como muchos creen sino el cambio sigiloso de la solemnidad del sábado al domingo que se ha adoptado como verdad. Un microchip no tiene nada que ver, pero nada que ver con la profecía bíblica. El movimiento que hizo este cambio escribió lo siguiente: “Desde luego, la Iglesia Católica declara que el cambio [sábado a domingo] fue su obra… Y su obra es una marca de su poder eclesiástico”. Cardenal Gibbons, Nov. 11, 1895. Otro escrito que evidencia el cambio ilegal es: “Si los protestantes siguieran los principios de la Biblia, adorarían a Dios en el día sábado. Al observar el domingo están siguiendo una ley de la Iglesia Católica” Albert Smith, canciller de la arquidiócesis de Baltimore, contestando por el Cardenal, Feb. 10, 1920. Es menester obedecer a Dios antes que a los hombres (Hechos 5:29). Hoy se oye la voz “...salid de ella pueblo mío...” (Apocalipsis 18:4).
Autor: Javier Justiniano

Nacimiento profético de la Iglesia Adventista del Séptimo Día


(Daniel 12:10)
Los Entendidos
En Dan 12:10 la Biblia nos habla de un grupo muy especial llamado los entendidos que se levantaría antes del regreso del señor para restaurar lo que la reforma protestante no terminó. La Biblia nos enseña cuatro puntos notables sobre los entendidos. El primer punto es que predicarían al mundo sobre el juicio de Dios ya que tendrían el conocimiento pleno de la profecía bíblica. También, tendrían un chasco pero volverían a profetizar por mandato de Cristo. En tercer lugar dice la profecía bíblica que nacerían en los Estados Unidos de Norteamérica en el tiempo del fin y por último guardarían los mandamientos de Dios y tendrían el testimonio de Jesús.
Debiéramos estudiar Daniel capítulos 2, 7 y 8 así también Apocalipsis 12 y 13 para entender mas claramente el mensaje que veremos a continuación. Entre estos capítulos existe un paralelismo que no debe ser pasado por alto. Las piernas y pies de hierro y barro cocido de Daniel 2, la 4ta bestia con dientes de hierro así también el cuerno pequeño de Daniel 7 y el cuerno pequeño que hablaba blasfemias de Daniel 8 representan un mismo poder, pues poseen las mismas características. Representan la Roma imperial y eclesiástica. Esta roma contiene dos partes, la roma de los cesares y la roma de los papas sin dejar de lado que estamos hablando de la misma Roma.
La Biblia dice que en los días de esta roma de hierro y barro cocido, más bien en la roma papal, Cristo vendría. Encontramos esta verdad en los tres capítulos de Daniel antes mencionados. (Daniel 2:34; 7:26; 8:25) Según la profecía bíblica este poder debe estar reinando hasta el regreso de Cristo, pero la Biblia dice que antes que sea destruido por el inminente regreso de Cristo a la tierra, era necesario que este poder persiguiera a los santos de Dios por un período de 1260 años. (Dan 7:25) Su reinado de 1260 años comenzó en Febrero de 538 dC. hasta Febrero de 1798 dC. Pero la Biblia también dice que este reino recuperaría su poder en algún momento después de 1798. Su herida de muerte sería sanada (Apo 13:3). Aunque está registrado en la historia los “Pactos de Letrán” del 11 de Febrero de 1929, el poder de este reino no ha sido sanado todavía.
Hablando de los entendidos la palabra de Dios en Daniel 12:10 los señala como los que anunciarían el Juicio de Dios al mundo porque tendrían el conocimiento pleno de la profecía bíblica. Se menciona en Apocalipsis 12:13-14 que la iglesia (mujer) sería sustentada por un período de 1260 años. La expresión “tiempo, tiempos y medio tiempo” representa año, dos años (plural) y medio año, es decir 360 días, 720 días y 180 días. Esto en profecía equivale a 1260 días y los días, años literales. Este tiempo es desde 538 d.C hasta 1798 d.C. Esta misma expresión la encontramos en Daniel 12:7. Durante esos 1260 años la iglesia verdadera fue perseguida, maltratada y muchos perecieron. Daniel debía guardar todo lo que había visto en la visión, nadie podía interpretar las visiones no porque no querían sino porque no podían pues estaban selladas hasta el tiempo del fin. El tiempo del fin comenzó en el año 1798. Es a partir de este año en algún momento que debía aumentar la ciencia, es decir, el conocimiento profético y comenzar un juicio en los cielos (Dan 7:8-14) pues se menciona a un Juez y “libros abiertos”, términos utilizados para el juicio de Dios. A Daniel le fue dicho pero no comprendió que Muchos serían purificados, emblanquecidos y refinados, (Dan 12:10) por medio de un juicio.
La Biblia maravillosamente también nos dice que ese grupo de los entendidos tendrían un chasco, pero saldrían a profetizar nuevamente por mandato divino. En Daniel 12:9 vemos que le fue dada orden a Daniel de sellar un libro “hasta” el tiempo del fin y luego sería abierto y que una vez abierto el conocimiento profético aumentaría y que los entendidos entenderían. Ese libro mencionado representa la interpretación de Daniel capítulo 8 al capítulo 12. El libro mencionado en Daniel 12:4 estaba cerrado y sellado pero ahora está abierto en Apocalipsis 10:12, este libro abierto representa la disponibilidad de la interpretación profética de Daniel 8 al 12. Su conocimiento fue dulce en el paladar pero amargo en el vientre. Esta dulzura en el paladar representa la predicación del regreso de Cristo el 22 de octubre de 1844, pero Cristo no vino y esto representó una amargura para el pueblo que le esperaba. El ángel, el cual es Cristo, anuncia que es necesario volver a profetizar (Apo 10:11) sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes. Esto tiene su cumplimiento en el mensaje de los tres ángeles donde es predicado a todos los pueblos, naciones, lenguas y reyes de “Temer a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado”. (Apo 14:6-7) El cálculo profético no estaba errado, sino el suceso, pues a partir de ese momento comenzaría el juicio de Dios en el lugar santísimo del santuario celestial justo como se hacía en el santuario terrenal en el día 10 del 7mo mes judío. De esta forma muchos serían purificados, emblanquecidos y refinados, (Dan 12:10).
La Biblia presenta que los entendidos nacerían en los Estados Unidos en algún momento después de 1798, después que la roma papal recibe la herida de muerte. En Apocalipsis 13, capítulo paralelo a Daniel 2, 7 y 8 nos dice que Juan vió una bestia “subir” de la tierra. (Apo 13:11) La palabra “subir” implica que esta bestia (reino) llegaba a tomar su poder. La Biblia enseña que la mar representa muchedumbres, pueblos, naciones, tribus, lenguas. (Apo 17:15) Entonces debemos interpretar que “tierra” representa un lugar no habitado o poco habitado. En Apocalipsis 13:10 se lee lo siguiente “El que lleva en cautividad, va en cautividad, el que á cuchillo matare, es necesario que á cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. En 1798 muchos llevaban a la guillotina (cuchillo) al clero, sacerdotes y prelados católicos. Estos eran repudiados por el pueblo por tantos años de oscurantismo. El papa Pío Vl es llevado a Francia donde muere un año después en cautividad exactamente como lo enseñaba la profecía. Antes de que esto aconteciera muchedumbres de cristianos salían de Europa huyendo de la persecución papal y se establecían en lo que ahora es los Estados Unidos de Norte América, (Apocalipsis 12:16) nación que para ese entonces “subía de la tierra” un lugar poco poblado, muy favorable para su crecimiento. Estados Unidos declara su independencia en el 1776, no fue obtenida hasta el 1783 y no fue reconocida como fuerte nación en Europa hasta el 1798. Entonces, si la Biblia impresionantemente enseña que la “mujer” (iglesia) huyó a la “tierra” (Estados Unidos de Norteamérica), ¿donde debía salir el pueblo remanente, la simiente los entendidos que guardan los mandamientos de Dios y tienen el Testimonio de Jesús? Definitivamente no podían salir de otro lugar que no fuera los Estados Unidos de Norteamérica. (Apocalipsis 12:16-17).
Las escrituras dicen que Satanás odia al remanente porque estos guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús. ¿Qué es el testimonio de Jesús? Dios ha levantado un movimiento que posee el testimonio de Jesús. (Apocalipsis 12:17) La Biblia dice que los hermanos de Juan tienen el testimonio de Jesús que es el espíritu de la profecía. (Apocalipsis 19:10) Se le llama el testimonio de Jesús porque los profetas al escribir la Biblia no testifican de otra persona sino de Jesús ya que El es el centro de las escrituras, estas dan testimonio de Jesús. (Juan 5:39) Por eso es que el don de profecía se conoce como el Testimonio de Jesús. En Apocalipsis 22:9 dice que los hermanos de Juan son profetas mientras que en Apocalipsis 19:10 dice que los hermanos de Juan tienen el testimonio de Jesús, en otras palabras, tener el testimonio de Jesús como lo afirma Apocalipsis 12:17 es tener un profeta, “los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” es un movimiento, es un pueblo remanente son los entendidos que guardarían los mandamientos de Dios y tendrían un profeta en su medio, uno de verdad, uno que llegaría a tener revelaciones directas de Dios.
El nacimiento de la Iglesia Adventista del 7mo día estaba pautado para que se consumara el 22 de octubre de 1844, justo en el momento que debía ser proclamado el mensaje de los tres ángeles no antes y no después. Además de guardar la ley de Dios es un movimiento que puede predicar sobre el juicio de Dios porque conoce la profecía bíblica. Es un movimiento que obtuvo un chasco pero es enviado a predicar al mundo por mandato de Jesús nuestro Señor. Además, es un movimiento que justo como lo presenta la profecía nacería en los Estados Unidos de Norteamérica. La sierva de Dios obtuvo su primera visión luego del chasco en ese mismo año, perfectamente según lo presentaba la profecía bíblica. Nuestro Dios está al control de los tiempos. Este mensaje debe llevarnos a meditar para que fuimos llamados (Apo 10:11) y estudiar la profecía bíblica con confianza así también los libros de nuestra profeta, la hermana Elena G. de White.
Autor: Javier Justiniano

Plagio: ¿Explicaciones alternativas? - ¿Tenía razón Walter Rea?


Las acusaciones de plagio a menudo vuelan cuando se nota similitudes de expresiones entre dos autores. Esto fue lo que sucedió a fines de la década de 1970 cuando Walter Rea descubrió similitudes en los escritos de Elena de White y escritores que la precedieron sobre el tema de la vida de Cristo. En este artículo examinaremos algunas maneras en que una persona puede duplicar las palabras de otros sin que esto sea plagio.
¿Cómo sabemos si pasajes similares están relacionados entre sí? [1]
“En dos novelas publicadas por dos editoriales diferentes y emitidas en casi la misma fecha hay dos párrafos que eran casi exactamente idénticos no solo en significado, sino en fraseología y en referencia”.[2]
Una estrofa de un poema publicado en mayo de 1900 era igual a la de un poema no publicado escrito en enero de 1899.[3] Una escritora confrontó a un crítico que la acusaba de “tomar prestado” el título de un poema para uno suyo propio. El poema de la escritora había sido publicado años antes del supuesto original. Aun así, “no solo los poemas tenían un título idéntico -ese título consistía en una frase clave, una oración completa, repetida constantemente- sino que su extensión era la misma y su ritmo, que era muy irregular, también era idéntico. El crítico estaba impactado”.[4]
¿Cómo es esto posible? A menudo dos personas llegan a conclusiones sorprendentemente similares sin haber colaborado entre ellas.
“El descubrimiento que tu descubrimiento ya ha sido descubierto es sorprendentemente común, dice Stephen Stigler… hay una anécdota acerca de Larry Shepp, un famoso matemático de la Universidad de Rutgers. Cuando se le dijo que una parte de su trabajo que él pensó que era un descubrimiento en realidad era la repetición del trabajo pionero de otro matemático, el Dr. Shepp respondió: “Si, pero cuando yo lo descubrí, permaneció descubierto”.[5]
“Hus y Wycliffe parecen ilustrar el fenómeno de una idea que se desarrolla en dos mentes de manera parecida hasta llegar a resultados que son sorprendentemente similar. Esto es lo un ejemplo de “plagio inconsciente”.[6]
Criptomnesia: plagio inconsciente
Para un individuo que es un lector ávido y que tiene el hábito de escribir a menudo, es una cuestión seria si algo que ha escrito es completamente original o si la ayuda de su mente subjetiva que repentinamente se interpone con su conocimiento almacenado, le proporciona las palabras y pensamientos necesarios desde el inconsciente. Y cuanto más lo piensa e intenta recordar, más difícil es estar seguro.

Y el mismo estado de un escritor absorto y dedicado ayuda al plagio inconsciente, porque se vuelve tan absorto en su trabajo que su mente se vuelve inconsciente de sus alrededores, haciendo así que sea más fácil que su inconsciente se interponga con sus ayudas memorísticas, sin que importe la tormenta de crítica o el grito de plagio que el acto pueda implicar.[7]
Los investigadores Marsh, Landau y Hicks llevaron a cabo un estudio mostrando que el “recuerdo de información y la acreditación de su fuente original pueden sr actos cognitivos separados”.[8]
Alan S. Brown y Hildy W. Halliday han notado que “incidentes dramáticos y serios de criptomnesia si existen”.[9] Jung “menciona que pasaron 20 años entre el momento en que Nietzche escuchó un relato folclórico hasta que la utilizó en una novela”. Helen Keller escuchó una historia y tres años más tarde la escribió como si fuera propia; Freud escuchó a un amigo hablar acerca de una teoría y, dos años más tarde, “inadvertidamente afirmó que esa idea era suya”.[10]
Los autores Brown y Murphy mencionan a un hombre llamado Daniels, quien se describió a sí mismo diciendo: “tengo una extraordinaria habilidad para recordar información cuando deseo hacerlo, pero nunca me di cuenta antes que lo hacía inconscientemente”.[11] (Un periodista, que escuchó una presentación de Ellen G. White que estaba “combinada con hechos instructivos… que ella había reunida en su reciente visita a tierras extranjeras”, llamó la atención a su “destacable memoria para detalles”).[12] Hutcheon concluye, “la crítica literaria ha sido bastante más lenta que la teoría literaria para reconocer el rol de estos otros factores”.[13]
Evidencia de la independencia de pensamiento de Elena de White
Las similitudes no son el panorama completo. “Notar similitudes es solo el primer paso en el estudio de las relaciones literarias. Uno debe también catalogar las diferencias, y luego, incluso más importante, preguntar cómo uso el segundo autor la obra del primer autor. A pesar del hecho que ella [Elena G. de White] utilizó a Melvill, sus escritos son mucho más que una repetición de sus enseñanzas”.[14]

Dado que Elena G. de White había escrito “la mayoría de las ideas que son comunes a ella y al Dr. Stowe en un tiempo anterior a la escritura de” su Manuscrito 24 de 1886, y debido a que “hay diferencias significativas entre las teorías de revelación presentadas por el Dr. Stowe y la Sra. White”, ella no estaba “apropiándose de las ideas de otro hombre”.[15]
Pensemos en sus préstamos literarios de Conybeare y Howson. Después de hacer un “estudio paralelo de los Sketches from the Life of Paul [Bosquejos de la Vida de Pablo] de Elena de White y Life and Epistles of St. Paul” [Vida y Epístolas de San Pablo] de Conybeare y Howson”, Denis Fortin dice:
“nosotros… [encontramos] evidencia de que Elena de White si obtuvo algunos materiales de estos dos autores. Sin embargo, debemos reconocer que sus préstamos no fueron hechos de una manera mecánica. Ella tomó prestada información geográfica, arqueológica e histórica para suplementar sus pensamientos y descripciones de los eventos que estaba describiendo. A veces ella parafrasea libremente lo que estaba tomando prestado, en otras ocasiones las paráfrasis son más sustanciales, incluso en otros momentos los pasajes son copiados casi palabra por palabra, o siguiendo la misma línea de pensamiento. Aun así, también es evidente que ella copió lo que necesitaba y dejó de lado lo que no encajaba con su pensamiento. Un hecho notable de este estudio comparativo es el hecho de que largas secciones de los capítulos de Elena de White no son mencionados porque no contienen ningún paralelo con Conybeare y Howson. Además, uno debe notar que Elena de White a menudo reacomodó los pensamientos y líneas generales de Conybeare y Hoowson, incluso tomó materiales de diferentes páginas y capítulos y los ordenó a su propia manera. La mayoría de los estudiantes que realizan una investigación no se toman el tiempo de rehacer los pensamientos y la estructura de otra persona a ese nivel. Este estudio demuestra que Elena de White sabía lo que estaba copiando y no copió información mecánicamente, simplemente para llenar una página. Ella interactuó con el material, lo que me indica que ella no estaba cometiendo plagio”.[16]
Ha habido acusaciones de que Elena G. de White redactó varios capítulos de sus libros a partir del libro Night Scenes in the Bible [Escenas nocturnas en la Biblia] de Daniel March.[17] El libro de los Drs. Brand y McMahon, The Prophet and Her Critics [La Profeta y sus Críticos], muestra que Elena G. de White fue mucho menos dependiente del libro de March en Profetas y Reyes de lo que los críticos afirman.[18]
Aunque tenemos que estar de acuerdo con Douglas Hackleman de que el 2,6 por ciento de la dependencia literaria en el estudio de Cottrell y Specht acerca de El Deseado de Todas las Gentes es bajo debido a que está basado en solo la obra de William Hanna, la afirmación de que el 80 o 90 por ciento de los escritos de Elena G. de White fueron copiados es descabelladamente exagerado.[19] El Proyecto Veltman, que fue establecido para encontrar cualquier dependencia literaria, investigó más de 500 obras en busca de posibles fuentes y documentó solo un 31 por ciento de oraciones con posible dependencia literaria para los capítulos representativos en el estudio. Sin contar las citas de la Escritura, eso significaría que el 61 por ciento de las oraciones en esos capítulos en El Deseado de Todas las Gentes eran independientes.
Un estudio reciente de Jean Zurcher cita ocho casos en que Elena de White está en lo correcto al describir a valdenses y albigenses, a pesar de la acusación de que ella estaba simplemente copiando información de historiadores desinformados.[20]Albert Reville explica por qué ella contradice a ciertos historiadores:
Estamos limitados a las descripciones dadas por adversarios, por algunos apóstatas y a las deposiciones reunidas por los tribunales de la inquisición. Algunas son descabelladas, otras sospechosas, así que debemos estar prevenidos especialmente de la tendencia de estos jueces o de estos historiadores, igual de prejuiciados, que presentan como dogmas directos o como creencias profesadas por los cátaros muchas excentricidades ridículas o repulsivas que solo son las consecuencias reales o supuestas de los principios admitidos por ellos. Nada es más engañoso que un método como este.[21]
Los préstamos literarios no son un argumento contra la inspiración
¿Estaba Walter Rea justificado en su reacción ante las similitudes de El Deseado de Todas las Gentes a otros escritos sobre la vida de Cristo? Alden Thompson analiza a Rea y observa:

Los eruditos bíblicos observarán paralelos fascinantes entre la reacción de Rea a su información y la reacción del siglo XIX al estudio “crítico” de la Biblia. En el siglo XIX, la reacción inicial al descubrimiento de que los escritores bíblicos utilizaron fuentes fue violenta. Solo después de muchas décadas fue posible que el consenso erudito enfatizara el producto terminado como mucho más significativo que los pedazos y las partes que lo componen. Como parte de este interés con el producto terminado, los eruditos bíblicos actuales enfatizan la importancia de lo que el autor añadió y eliminó (crítica de la redacción). Rea revela su falta de conocimiento de métodos modernos de investigación cuando exclama en evidente incredulidad que los defensores de Elena de White están descubriendo lo importante que es estudiar “lo que ella no incluyó cuando copió”.[22]
La inspiración no puede ser determinada simplemente por los porcentajes de material copiado y no copiado en un articulo o libro dado. La revista Ministerio Adventista, en un comentario bien investigado, presenta el siguiente punto:
La cantidad de material copiado no es la cuestión más importante… Un paralelo útil se encuentra en la relación que los Evangelios tienen entre sí. Más del 90 por ciento del Evangelio de Marcos se encuentra en pasajes paralelos en Mateo y Lucas. A pesar de esto, los eruditos bíblicos críticos contemporáneos están llegando gradualmente a la conclusión de que, aunque Mateo, Marcos y Lucas utilizaron materiales comunes, cada uno fue un autor distinto por su propia cuenta. De esta manera, incluso la “alta crítica” tiene un enfoque más analítico al estudio de las fuentes literarias que el libro The White Lie.
En una ocasión, en la infancia de la “crítica de las fuentes” la alta crítica pensaba que los escritos de los Evangelios no eran más que plagiadores que “cortaban y pegaban”. Ahora los eruditos críticos se dieron cuenta que los estudios literarios no pueden ser completados hasta que se deje de catalogar pasajes paralelos para concentrase en la cuestión más importantes de cómo el material copiado fue usado por cada autor para producir sus propias declaraciones únicas.[23]
“Si los autores inspirados de la Escritura podían “tomar prestado”, ¿cómo puede ser que los préstamos literarios de Elena de White sean un argumento en contra de su inspiración?”.[24]
El comentario de Peterson es significativo:
El plagio es un término técnico específico que simplemente no aplica en el caso de la Sra. White… Cualquier especialista literario puede decirnos que el “estudio de las fuentes” es una de las tareas más traicioneras de realizar, porque simplemente establecer una similitud -incluso una similitud evidente- entre dos textos literarios no es evidencia suficiente de copia. Primero uno debe demostrar (1) que el texto B fue escrito después de la publicación del texto A (la supuesta “fuente”), (b) que el autor del texto B puede haber tenido acceso al texto A, y (c) que las ideas o incluso el lenguaje del texto A no se han convertido en lo suficientemente comunes como para ser la propiedad literaria común de la época.[25]
Emitiendo un veredicto
Una demanda legal de violación del derecho de autor contra la Sra. White nunca podría haber tenido éxito. Aunque las producciones de la Sra. White pueden haber tenido semejanzas a otros escritos del mismo género, la evidencia amuestra que sus similitudes a menudo se deben a una dependencia mutua a la Escritura (que no tiene derecho de autor), que muchas de las palabras y frases que el Life of Christ Reseach Project [Proyecto de Investigación de la Vida de Cristo] determinó que son paralelos literarios de las “fuentes” son simplemente extensiones verbatim de sus propios escritos anteriores,[26] y que la cantidad de material que ella copió sin dar crédito no excede lo copiado por otros autores del mismo género.[27] Además, ella nunca fue amenazada con una demanda, aunque la acusación de plagio circuló durante su vida.

Autor: Kevin L. Morgan es pastor de las iglesias adventistas de Warrensville y Wilkesboro en North Carolina, EEUU |Este artículo fue publicado primero por la revista Ministry de octubre de 2007 bajo el título “Plagiarism: Alternate explanations?” | Traducido por Eric Richter
“Plagiarism: Alternate explanations?" by Kevin L. Morgan published in the October 2007 issue of Ministry. The article first appeared in the October 2007 issue of Ministry,® International Journal for Pastors, www.MinistryMagazine.org. Used by permission.
Referencias

  1. Jeffrey H. Tigay, “On Evaluating Claims of Literary Borrowing,” disponible online en
  2. A. W. Harrington, “Other Cases of Unconscious Plagiarism,” carta al editor del New York Times (20 de octubre de 1900): BR10. ↩︎
  3. “Plagiarism,” New York Times (5 de enero de 1901): BR10. ↩︎
  4. Sarah Jeanette Burke, “Other Cases of Unconscious Plagiarism,” carta al editor del New York Times (20 de octubre de 1900): BR10. ↩︎
  5. Gina Kolata, “Pity the Scientist Who Discovers the Discovered,” (5 de febrero de 2006); disponible online en http://www.nytimes.com/2006/02/05/weekinreview/05kolata.html ↩︎
  6. “John Hus and His Times,” New York Times (14 de Agosto de 1909): BR485. ↩︎
  7. C. J. Greenleaf, “‘Plagiarism’ and Double Consciousness,” New York Times (9 de noviembre de 1907): BR720. ↩︎
  8. Richard L. Marsh, Joshua D. Landau, y Jason L. Hicks, “Contributions of Inadequate Source Monitoring to Unconscious Plagiarism During Idea Generation,” Journal of Experimental Psychology: Learning, Memory, and Cognition 23/4 (1997): 887. ↩︎
  9. Alan S. Brown y Hildy E. Halliday, “Cryptomnesia and Source Memory Diffi culties,” American Journal of Psychology 104/4 (Winter 1991): 475. ↩︎
  10. Brown and Halliday, 476. ↩︎
  11. Alan S. Brown y Dana R. Murphy, “Cryptomnesia: Delineating Inadvertant Plagiarism,” Journal of Experimental Psychology: Learning, Memory, and Cognition 15/3 (1989): 432–442. ↩︎
  12. “Mrs. Ellen G. White’s Able Address. A Characteristic and Eloquent Discourse by This Remarkable
    Lady,” Battle Creek Daily Journal, 5 de octubre de 1887. ↩︎
  13. Linda Hutcheon, “Literary Borrowing . . . and Stealing: Plagiarism, Sources, Influences, and Intertexts,” English Studies in Canada 12/2 (Junio de 1986): 229–39. ↩︎
  14. Ron Graybill, Warren H. Johns, y Tim Poirier, “Henry Melvill and Ellen G. White: A Study of Literary and Theological Relationships,” (Ellen G. White Estate, mayo de 1982), iii. ↩︎
  15. David Neff, “Ellen White’s Theological and Literary Indebtness to Calvin Stowe,” (revisado en 1979), 22. ↩︎
  16. Denis Fortin, “Ellen G. White as a Writer: Case Studies in the Issue of Literary Borrowing,” disponible online en http://www.andrews.edu/~fortind/EGWWhite-Conybeare.htm↩︎
  17. Por un análisis de su obra relacionada a El Deseado de Todas las Gentes, véase, http://dedication.www3.50megs.com/David/DA_18_march.html↩︎
  18. Walter Rea, “The Paraphrasing Prophet,” http://www.ellenwhite.org/egw89.htm (Noviembre de 2005). ↩︎
  19. Véase la afirmación en http://www.bible.ca/7-WhiteInspire.htm que es un “hecho absolutamente comprobado que White plagió el 80-90 por ciento” de sus escritos inspirados y la afirmación ambigua de Dirk Anderson: “Algunos estudios han sugerido que en algunas partes de sus escritos hasta el 90 por ciento de sus palabras fueron copiadas de otros”, en http://www.ellenwhite.org/myth1.htm está basado en la declaración de Walter Rea publicada en http://www.ellenwhite.org/rea/sop.htm↩︎
  20. Jean Zurcher, “A Vindication of Ellen White as Historian,” Spectrum 16/3 (Agosto de 1985): 21–31. Disponible online en http://www.spectrummagazine.org/spectrum/archive16-20/16-3zurcher.pdf↩︎
  21. Revue des Deux-des, 1 de mayo de 1874, citado por Deodet Roche, Le Catharisme, Vol. 1, 1973. En Zurcher, 30. ↩︎
  22. Alden Thompson, “The Imperfect Speech of Inspiration,” reseña del libro de Walter Rea, The White Lie. Spectrum 12/4 (junio de 1982): 70. Disponible online en http://www.spectrummagazine.org/spectrum/archive11-15/12-4thompson.html↩︎
  23. “The Truth About the White Lie,” apéndice de Ministry, 55:2 (agosto de 1982), 2. ↩︎
  24. Alden Thompson, “Luke, A Plagiarist? ‘Are Adventists Afraid of Bible Study?’” reseña del libro de George Rice, Luke, A Plagiarist? Spectrum 16/1 (abril de 1985): 56–60; disponible online en http://www.spectrummagazine.org/spectrum/archive16-20/16-1thompson.pdf. Thompson también nota que en las páginas 60 y 61 que los análisis en dos columnas paralelas tienden a sobre-enfatizar las similitudes mientras minimizan o ignoran las diferencias. ↩︎
  25. William S. Peterson, “Ellen White’s Literary Indebtedness,” Spectrum 3/4 (otoño de 1971): 78. Disponible online en http://www.spectrummagazine.org/spectrum/archive01-05/3-4peterson.pdf↩︎
  26. “Solo se marcaron paralelos que mostraban una clara conexión verbal, incluyendo pararasis”. Ellen G. White Estate, “Ellen White’s Literary Sources: How Much Borrowing is There?” Disponible online en http://www.whiteestate.org/issues/parallel.html. Esta es la razón por la que el tomo 1 de Spiritual Gifts había sido pasado por alto. ↩︎
  27. Alexander Lindey, Plagiarism and Originality (Harper & Brothers, 1952), 6. ↩︎


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