Lo que probablemente nadie se atrevería a decirlo a boca de jarro, Kevin Rodríguez, un pícaro escritor adventista lo hace. Irreverente, de seguro, pero llenas de verdades enormes. A continuación el pronunciamiento:
Monstruos, sátrapas, diablos, ladrones, payasos de la fe, miserables religiosos y ultrajadores de la fe de gente crédula que sólo busca esperanza aunque en el lugar equivocado. "Pare de Sufrir" es una organización "religiosa" que lleva "paz y esperanza" a todo el mundo con "ciertos rituales" y "objetos santos" que ofrecen al público que adolece algún padecimiento. Ellos han recibido cientos de acusaciones de robo y ultrajo a la fe de miles que caen presas de la desesperación en manos de estos ladrones con sotana.
¿Quién no tiene problemas en esta vida? Deudas, desempleo, conflictos familiares, enfermedades incurables, entre otras. ¿Y a quién no le interesa encontrarles solución? ¿A quién no le gustaría "parar de sufrir"? Evidentemente no hay nada malo en este deseo de mejora y paz. Lo realmente malo, deplorable e indignante es que existan personas que se aprovechen de estos males para congratularse económicamente a costa del dolor ajeno.
Cuando estuve en Perú, cada noche (12 de la madrugada, hora en que la gente, víctima del insomnio, no duerme por las vicisitudes de la vida), aparecían unos predicadores falsos con biblia en mano ofreciendo sanidad, mejoría económica, superación personal y otra lista interminable de promesas que ofrecían como si Cristo nos hubiera encomendado a negociar con el favor de Dios. Se vendía la salud, la prosperidad financiera, el perdón y hasta la felicidad a costa de unos largos billetes verdes que variaban su valor dependiendo de qué era lo que querías comprar. Martín Lutero diría: "Si la iglesia Pare de Sufrir puede sanar enfermedades y mitigar las dolencias humanas, ¡Que lo haga gratis y no cobre!".
Pero qué va a dar gratis si este grupo religioso está interesado con los bolsillos de la gente, y no con su corazón. ¡Que les parta un rayo a nuestros hermanos en la fe! Si los deja moribundos mejor, así le vendemos sanidad a alto costo. Es una vergüenza la vida de estos sátrapas de callejón que se aprovechan de la fe y del buen corazón de la gente que solo busca parar de sufrir.
Si yo no fuera cristiano y se me presentase la ocasión de convertirme a Jesús y viese a estos miserables timadores de la fe, me declararía ateo irreversible y activo. Odiaría a los cristianos y a su Cristo, por semejantes estafadores predicadores del nombre de Jesús. Pero por fortuna, Jesús no es así. El cristianismo de Cristo es diferente. Mientras se pudren en dinero estos predicadores falaces y fugases, Jesús prepara un pueblo que añora su pronta venida para poner fin a esta debacle sin nombre de los perros sacerdotes de "Pare de Sufrir".
A continuación presentamos un vídeo que, para ser honestos, disfruté mucho viéndolo. Unos muchachos insolentes, malcriados y poco reverentes llaman a estos sacerdotes de "Pare de Sufrir" por teléfono y les juegan varias bromitas. Confieso que en varias ocasiones me hubiera gustado llamarlos por teléfono para tomarles el pelo a estos predicadores de pacotilla. Así que me uno a ustedes, muchachos de YouTube, me uno a su irreverencia. Su irreverencia santa y bien fundamentada. Me uno a la falta de respeto de ustedes, así como a su rebeldía cuando se sobrepasan con el dolor humano y reaccionan celosos, porque sólo hace falta ser humano para pretender detener la plaga "Pare de Sufrir". Cuánto me hubiera gustado compartir esas risas de placer incomprendido que te otorga ver a estos pastorcitos de Pare de Sufrir puestos entre la espada y la pared.
Aquí en República Dominicana la iglesia Pare de Sufrir tiene su apogeo relativamente bueno. Varios domingos he encendido el televisor para ver a dominicanos (¡dominicanos!) predicar y vender sus productos milagrosos hablando en portugués. Dominicanos hablando un portugués-español masticado y mal deglutido. Por qué no predican sin esos complejos portugueses señores. Son todos unos acomplejados conejillos de india títeres de su líder máximo Edir Macedo Bezerra. Tranquilo Edircito, pronto publicaremos imágenes de tu mansión, cada centímetro cuadrado de tu "casita chiquita" se lo debes a la fe crédula de miles de personas que te pagaron por algún milagrillo mal habido.
¿Quién no tiene problemas en esta vida? Deudas, desempleo, conflictos familiares, enfermedades incurables, entre otras. ¿Y a quién no le interesa encontrarles solución? ¿A quién no le gustaría "parar de sufrir"? Evidentemente no hay nada malo en este deseo de mejora y paz. Lo realmente malo, deplorable e indignante es que existan personas que se aprovechen de estos males para congratularse económicamente a costa del dolor ajeno.
Cuando estuve en Perú, cada noche (12 de la madrugada, hora en que la gente, víctima del insomnio, no duerme por las vicisitudes de la vida), aparecían unos predicadores falsos con biblia en mano ofreciendo sanidad, mejoría económica, superación personal y otra lista interminable de promesas que ofrecían como si Cristo nos hubiera encomendado a negociar con el favor de Dios. Se vendía la salud, la prosperidad financiera, el perdón y hasta la felicidad a costa de unos largos billetes verdes que variaban su valor dependiendo de qué era lo que querías comprar. Martín Lutero diría: "Si la iglesia Pare de Sufrir puede sanar enfermedades y mitigar las dolencias humanas, ¡Que lo haga gratis y no cobre!".
Pero qué va a dar gratis si este grupo religioso está interesado con los bolsillos de la gente, y no con su corazón. ¡Que les parta un rayo a nuestros hermanos en la fe! Si los deja moribundos mejor, así le vendemos sanidad a alto costo. Es una vergüenza la vida de estos sátrapas de callejón que se aprovechan de la fe y del buen corazón de la gente que solo busca parar de sufrir.
Si yo no fuera cristiano y se me presentase la ocasión de convertirme a Jesús y viese a estos miserables timadores de la fe, me declararía ateo irreversible y activo. Odiaría a los cristianos y a su Cristo, por semejantes estafadores predicadores del nombre de Jesús. Pero por fortuna, Jesús no es así. El cristianismo de Cristo es diferente. Mientras se pudren en dinero estos predicadores falaces y fugases, Jesús prepara un pueblo que añora su pronta venida para poner fin a esta debacle sin nombre de los perros sacerdotes de "Pare de Sufrir".
A continuación presentamos un vídeo que, para ser honestos, disfruté mucho viéndolo. Unos muchachos insolentes, malcriados y poco reverentes llaman a estos sacerdotes de "Pare de Sufrir" por teléfono y les juegan varias bromitas. Confieso que en varias ocasiones me hubiera gustado llamarlos por teléfono para tomarles el pelo a estos predicadores de pacotilla. Así que me uno a ustedes, muchachos de YouTube, me uno a su irreverencia. Su irreverencia santa y bien fundamentada. Me uno a la falta de respeto de ustedes, así como a su rebeldía cuando se sobrepasan con el dolor humano y reaccionan celosos, porque sólo hace falta ser humano para pretender detener la plaga "Pare de Sufrir". Cuánto me hubiera gustado compartir esas risas de placer incomprendido que te otorga ver a estos pastorcitos de Pare de Sufrir puestos entre la espada y la pared.
Aquí en República Dominicana la iglesia Pare de Sufrir tiene su apogeo relativamente bueno. Varios domingos he encendido el televisor para ver a dominicanos (¡dominicanos!) predicar y vender sus productos milagrosos hablando en portugués. Dominicanos hablando un portugués-español masticado y mal deglutido. Por qué no predican sin esos complejos portugueses señores. Son todos unos acomplejados conejillos de india títeres de su líder máximo Edir Macedo Bezerra. Tranquilo Edircito, pronto publicaremos imágenes de tu mansión, cada centímetro cuadrado de tu "casita chiquita" se lo debes a la fe crédula de miles de personas que te pagaron por algún milagrillo mal habido.
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