El Nuevo Testamento contiene varios textos que directa o indirectamente tratan la conducta homosexual, un tema amplia y controversialmente discutido actualmente. Entre estos textos del Nuevo Testamento, los más importantes son el debate de Jesús del matrimonio heterosexual en Mateo 19 y Marcos 10 así como también las declaraciones de Pablo en Romanos 1:26, 27; 1 Corintios 6:9 y 1 Timoteo 1:10.
El pasaje en Romanos 1 fue discutido en el boletín del BRI Reflections número 20 de Octubre del 20071. Se concluyó que la homosexualidad en Romanos 1 no está limitada a un cierto tiempo, cultura o a ciertas formas de homosexualidad únicamente. Es una conducta pecaminosa. Al indicar que todas las prácticas de la homosexualidad son pecado, este pasaje no advierte que no nos involucremos en tales conductas.
En este artículo, nos centraremos en 1 Corintios 6.
El Pasaje Bíblico
La Reina Valera de 1995 1 Corintios 6:9, 10 de la siguiente manera:
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.”
El término homosexual es una palabra usada usualmente para describir las conductas sexuales con personas del mismo género. Muchos traductores piensan que estos dos términos griegos en 1 Corintios 6:9 se refieren a esta conducta. La RV95 los traduce como “afeminados” y “homosexuales”, la NBD habla de “sodomitas” y “pervertidos sexuales, la NTV habla de “prostitutos” y “quienes practican la homosexualidad”, la NVI habla de “sodomitas” y “pervertidos sexuales”, la RV1960 habla de “afeminados” y “quienes se echan con varones”. Algunas de estas expresiones ya no son aceptables en las sociedades modernas, pero al menos parece haber alguna clase de uniformidad entre los traductores bíblicos de que 1 Corintios 6:9 describe las prácticas homosexuales.
Interpretaciones Sugeridas
Hoy en día es a veces se afirma que Pablo no se refiere a relaciones homosexuales monógamas de respeto mutuo, sino que condena la pederastia, la prostitución homosexual, y las formas abusivas y deshumanizantes de homosexualidad2. Si esto fuera verdad, entonces no todas las relaciones homosexuales estarían prohibidas3. Así que debemos analizar profundamente lo que Pablo tenía en mente.
El Contexto Histórico
Los antiguos no solo conocían lo que ha sido llamado como “homosexual contingente” (persona que no es realmente homosexual, sino que se aburre de la heterosexualidad y se involucra con personas del mismo sexo) y muy probablemente al “homosexual situacional” (persona que, debido a la falta de encuentros heterosexuales, recurre a actos homosexuales), sino también tenían alguna idea del concepto de “homosexualidad constitucional” (homosexualidad que supuestamente es permanente y parte de la constitución de la persona). Al menos la noción de que una persona se siente atraída por alguien del mismo sexo debido a su constitución puede encontrarse en el mito andrógino de Platón.
París declara: “La literature y los artefactos de los antiguos griegos y romanos muestran relaciones homosexuales románticas y de largo plazo entre personas que eran iguales socialmente”4
El Contexto Literario
El contexto inmediato de 1 Corintios 6:9-10 comprende los capítulo 5 al 7, lidiando con el asunto de la sexualidad humana. En el capítulo 5, Pablo menciona un caso de incesto en Corinto. Pablo acepta prescriptiva la legislación de Levítico 18, la cual discute el incesto y la homosexualidad, e insta a la iglesia corinta a desfratenizar al miembro de iglesia que se había involucrado en una relación incestuosa con su madrastra5. Hacia el final del capítulo 5 él presenta una corta lista de cuatro diferentes categorías de personas involucradas en vicios (v. 10), el primero eran los fornicadores. Esta lista es alargada en el versículo siguiente mediante dos grupos adicionales de personas. Los cristianos deben separarse de miembros de iglesia que practiquen tales vicios. En 1 Corintios 6:9-10, Pablo expande la lista vicios del capítulo 5 a diez grupos de personas6.
El lineamiento de 1 Corintios 6:9-10 visto en esta página indica que los “los injustos [que] no heredarán el reino de Dios” son los mismos que los diez grupos siguientes en hacedores del mal, de los cuales ninguno de ellos “heredará el reino de Dios”. Es posible que los diez grupos de los versículos 9b y 10 puedan ser divididos en dos grandes partes, debido a que cuatro de los primeros cinco hacedores de maldad están cometiendo pecados sexuales.
Los primeros cinco grupos de personas son idólatras y transgresores sexuales discutidos en 1 Corintios 5-7. En esta sección dos grupos parecen estar involucrados en la conducta heterosexual, mientras que los dos siguientes se refieren a personas involucrados en conductas homosexuales. “Adúlteros” aplica a personas casadas, mientras que “fornicadores” puede referirse a solteros, siempre y cuando el término no se use en un sentido más amplio comprendiendo todas los tipos de perversiones sexuales. El resto del capítulo 6 nos advierte en contra de una relación con una prostituta. Al igual que en Romanos 1, en 1 Corintios 6 Pablo usa un texto de la creación. En 1 Corintios 6:16 se cita Génesis 2:24, arraigando el debate de la sexualidad en la creación de Dios y su ideal para el matrimonio y la relaciones sexuales. El capítulo 7 continua describiendo el matrimonio heterosexual, la soltería y el divorcio7. Para evitar la porneia, “tenga cada uno su propia mujer, y tenga cada una su propio marido” (1 Co. 7:2). No hay lugar para la homosexualidad. Si las personas “no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando”. Pablo claramente se está refiriendo al matrimonio heterosexual.
El Texto
1 Corintios 6:9, 10 como parte de este contexto amplio está basado en Levítico 18, el relato de la creación, y la explicación que Jesús hizo de el (Mat. 19:3-12; Mc. 10:1-12). Aunque se habla de la iglesia corinta y sus problemas con la sexualidad, el asunto es más amplio. La interconectividad de los capítulos 5 al 7 así como su trasfondo del Antiguo Testamento, implican una dimensión universal, no limitada al tiempo la cultura o solo a ciertas formas de homosexualidad. Todo el pasaje es prescriptivo, no solo descriptivo. Por lo tanto, Thiselton sugiere que 1 Corintios 6:9, 10 es “un pasaje incluso más importante y fundamental que Romanos 18…”. Practicar la homosexualidad excluye permanentemente a las personas del reino de Dios, al igual que los demás vicios mencionados por Pablo.
Los dos términos que hablan de la homosexualidad en 1 Corintios 6:9 son malakio y arsenokoitai9. Malakio ha sido traducido como “afeminado”, “homosexuales”, “sodomitas”, y “prostitutos”. El término normalmente significa “suave” o “lujoso” y aparece cuatro veces en el Nuevo Testamento (Mat. 11:8 dos veces; Lc. 7:25; 1 Co. 6:90). Las dos referencias en los Evangelios describen el mismo evento y describen a personas en ropas suaves. El significado de la palabra debe ser determinado por su contexto. Jones apunta a la literatura cristiana posterior (1 Corintios 6. Policarpo) donde el término describe a una persona indigna o que fácilmente podría haber sido vista como un afeminado10. Sin embargo, él admite: “Nada de esto, por supuesto, niega la posibilidad de que el término malakos incluya la conducta masculina homosexual”11. Aquellos llamados malakoi no son solo suaves, dóciles u hombres débiles. La mayoría de los intérpretes están de acuerdo que en 1 Corintios 6:9 este término se refiere a los homosexuales, especialmente a aquellos que cumplen el rol femenino en la relación homosexual12. En el versículo 9 malakoi está rodeado por otros términos que se refieren a la conducta sexual y homosexual, lo cual hace claro que esta palabra también tiene un significado sexual y debe ser entendido como alguna clase de comportamiento homosexual13. Gagnon observa que esto es confirmado en la literatura extra-bíblica, por ejemplo, con Filón del primer siglo a.C.14. Sin embargo, restringir malakoi solo a los niños y la pederastia, como algunos lo hace, no solo es especulativo, sino también insostenible15.
El término arsenokoitai ayuda a definir malakoi. Es un término único en el Nuevo Testamento encontrado solo en Pablo16. Es posible que Pablo realmente lo haya inventado. Claramente hace referencia a Levítico 18:22 y 20:13 (LXX). Allí los dos términos arsen y koite que Pablo ha unido para formar un solo término, son encontrados por separado17. Una traducción literal describiría a un hombre yaciendo con otro hombre en una cama –teniendo relaciones homosexuales. Su significado no está restringido a la pederastia18. El arsenokoitai en 1 Corintios 6:9 puede ser la parta activa en una relación homosexual19.
La severa penalidad por ser un malakos o un srsenokoites, es decir, la exclusión del reino de Dios, indica que los dos términos se refieren a varones adultos que mediante su libre albedrío, ya sea por una orientación innata o no, tenían relaciones homosexuales entre sí20.
Malick observa:
“Mientras que la elección de Pablo de las palabras ἀρσενοκοῖται y μαλακοί permite una aplicación al abuso y la pederastia de su tiempo, las palabras en realidad denotan un campo más amplio en la referencia que incluye a todos que tienen relaciones homosexuales con hombres. Las presunciones ilógicas de que (a) todas las relaciones sexuales son iguales ante Dios, (b) las descripciones de Pablo son de prácticas excesivas, y (c) la homosexualidad es una expresión de la sexualidad aprobada por la Biblia, son requisitos necesarios para la conclusión popular de que Pablo estaba discutiendo solo “abusos” en la conducta homosexual. El Apóstol Pablo condena todas las relaciones homosexuales en su lista de vicios en 1 Corintios 6:9 mientras él se refiere a la necesidad de que los corintios juzguen a aquellos que estaban en su medio21.
Resumen y Conclusión
La situación en el Nuevo Testamento es comparable a la del Antiguo Testamento. Las dos partes de la Escritura están de acuerdo entre sí. El Antiguo Testamento contiene textos que claramente están tratando con la homosexualidad; lo mismo para con el Nuevo Testamento. Ambos grupos de textos no están limitados en extensión o tiempo, sino que incluyen toda la actividad homosexual en todos los tiempos. Ellos declaran que la conducta homosexual es un pecado que requiere arrepentimiento y perdón.
Anteriormente hemos discutido 1 Corintios 6:9-10 y hemos concluido que todos los trasfondos de la creación, así como Levítico 18 y 10 en 1 Corintios 6, también como el estudio del texto y su vocabulario (v. 9) sugieren que en este pasaje la homosexualidad incluye todas las formas de actividad homosexual y trasciende una aplicación limitada solo a la iglesia de Corinto22.
También es importante notar que la Biblia no está interesada en discutir las causas o los diferentes tipos de la conducta homosexual. Se enfoca en el acto sexual mismo entre personas que comparten el mismo sexo biológico y declara que tal comportamiento está opuesto a la voluntad de Dios. No trata sobre la atracción homosexual en tanto la persona respectiva permanezca célibe, sin embargo reconoce que es posible pecar al acariciar pensamientos impuros23.
En 1 Corintios 6:11 Pablo añade la siguiente declaración acerca de las personas involucradas en uno o más vicios enlistados anteriormente: “Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.” Pablo concluye que algunos miembros de la iglesia de Corinto habían estado involucrados en estas actividades pecaminosas, incluyendo la homosexualidad, pero que habían abandonado estas conductas y vivían una vida diferente.
Thiselton escribe:
“Basándonos en la distancia entre los siglos primero y vigésimo primero, muchos se preguntan: “¿Es la situación tratada por el escritor bíblico genuinamente comparable a la nuestra?” Cuanto más profundamente los escritores examinan la sociedad greco-romana y el pluralismo de tradiciones éticas, tanto más la situación en Corinto se asemeja a la nuestra… Lo que es claro en la conexión entre 1 Corintios 6:9 y Romanos 1:26-29 y su trasfondo basado en el Antiguo Testamento, es el respaldo de Pablo de la opinión de que la idolatría, i.e., ubicar la autonomía humana para construir los valores propios por encima del compromiso hacia Dios, lleva al colapso de los valores morales como una especie de efecto dominó”24. Aunque los cristianos respetan a todas las personas, sean heterosexuales u homosexuales, intentan permanecer lejos del pecado.
Autor: Ekkehardt Mueller | Biblical Research Institute of the General Conference of the Seventh-Day | Traducido por Eric Richter para DA
Referencias
- Cf. los ejemplos listados por Andreas J. Köstenberger, God, Marriage, and Family: Rebuilding the Biblical Foundation (Wheaton, IL: Crossway Books, 2004), 216. ↩
- Cf. James B. De Young, Homosexuality: Contemporary Claims Examined in the Light of the Bible and Other Ancient Literature and Law (Grand Rapids, MI: Kregel Publications, 2000), 10, 11. ↩
- Jenell Williams Paris, The End of Sexual Identity: Why Sex Is Too Important to Define Who We Are (Downers Grove, IL: InterVarsity Press Academic, 2011), 57, 68. Robert A. J. Gagnon, “The Scriptural Case for a Male-Female Prerequisite for Sexual Relations: The New Testament Perspective,” in Homosexuality, Marriage, and the Church: Biblical, Counseling, and Religious Liberty Issues, editado por Roy E Gane, Nicholas P. Miller, and H. Peter Swanson (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 2012), 113, declara: “Un concepto de uniones homo-eróticas románticas y consensuadas ya existían en el ambiente cultural de Pablo e incluso estas fueron rechazadas por los moralistas Greco-romanos”. Él desarrolla esta declaración en las páginas siguientes. ↩
- Levítico 18 fue aceptado como prescriptivo incluso para los cristianos gentiles por el Concilio de Jerusalén (Hechos 15). La legislación en Levítico 18 aunque era parte del código de santidad, también tenía que ver con la moral y era prescriptiva no solo para los israelitas sino para los extranjeros. ↩
- En todas estas listas porneia es mencionada primero. ↩
- Cf. Anthony C. Thiselton, The First Epistle to the Corinthians, The New International Greek Testament Commentary (Grand Rapids, MI: Wm B. Eerdmans Publishing Company, 2000) 447, 451; Dan O. Via and Robert A. J. Gagnon, Homosexuality and the Bible: Two Views (Minneapolis, MN: Fortress Press, 2003), 84–87. ↩
- Thiselton, 447. ↩
- Estos términos han sido fuertemente debatidos. E.g. David F. Wright, “Homosexuals or Prostitutes: The Meaning of ARSENOKOITAI (1 Cor 6:9; 1 Tim 1:10),” Vigiliae Christianae, 38/2 (1984): 125–153, ha mostrado que la afirmación de John Boswell en Christianity, Social Tolerance, and Homosexuality de que arsenokoitai significa prostitutos, no homosexuales, no tiene fundamento. William L. Petersen, “Can ARSENOKOITAI Be Translated by ‘Homosexuals’ (I Cor 6.9: I Tim. 1.10),” Vigiliae Christianae, 40/2 (1986): 187–191, ha respondido a Wright. Básicamente, él sostiene que el concepto moderno de homosexualidad no se corresponde con el concepto prevalente en la antigüedad. ↩
- John R. Jones, “‘In Christ There Is Neither . . .’: Toward the Unity of the Body of Christ,” en Christianity and Homosexuality: Some Seventh-day Adventist Perspectives, editado por David Ferguson; Fritz Guy; y David R. Larson (Roseville, CA: Adventist Forum, 2008), part 4–9. ↩
- Jones, part 4–10. ↩
- Cf. Joseph A. Fitzmyer, Romans, The Anchor Bible, vol. 33 (New York, NY: Doubleday, 1992), 287, y Ronald M. Springett, Homosexuality in History and the Scriptures (Silver Spring, MD: Biblical Research Institute of the General Conference, 1988), 134. Leon Morris, The First Epistle of Paul to the Corinthians: An Introduction and Commentary, Tyndale New Testament Commentaries, rev. ed. (Grand Rapids, MI: Wm B. Eerdmans Publishing Company, 1993), 93, entiende a malakoi y a arsenokoitai como “las partes pasivas y activas en la homosexualidad”. ↩
- William Loader, Sexuality in the New Testament: Understanding the Key Texts (Louisville, KY: Westminster John Knox Press, 2010), 30, menciona que “la palabra aparece en contextos sexuales…”. ↩
- Robert A. J. Gagnon, “The Scriptural Case,” 84. ↩
- Cf. Thiselton, 449. ↩
- En su libro, De Young dedica todo un capítulo a la discusión del término (175–214). ↩
- Cf. Köstenberger, 216. ↩
- Gagnon, “The Scriptural Case,” 87, declara: “De hecho, no hay evidencia en el Antiguo Israel, en el Judaísmo del Segundo Templo, o en Judaísmo rabínico que alguna limitación fuera ubicada en la prohibición de las relaciones homosexuales”. ↩
- Cf. Thiselton, 448–450; Via y Gagnon, 83. Springett, 136, sugiere: “Si Pablo aquí solo estuviera condenando una forma cruda de actividad homosexual, e implicando que otras formas estaban permitidas, he seguramente podría haber sido más explícito”. Pablo proviene de un trasfondo judío, y el veredicto judío sobre la homosexualidad es inequívoco. Por otro lado, Jones, parte 4-12, reconoce que arsenokotoi “casi seguramente” tiene que ver con la homosexualidad, sin embargo “de una clase abusiva”. ↩
- Cf. Via y Gagnon, 82. De Young, 192, declara: “Investigadores como Wright y Henry Mendell han mostrado definitivamente que arsenokoitai puede ser definido ampliamente. Uno no puede limitar arsenokoitai a la pederastia o a la prostitución masculina. También incluye la atracción, la orientación y el consentimiento hacia la homosexualidad”. ↩
- David E. Malick, “The Condemnation of Homosexuality in 1 Corinthians 6:9,” Bibliotheca Sacra 150 (1993): 492. ↩
- Thiselton, 452. Mientras tanto, la poligamia ha sido legalizada en Kenia y en algunos países se ha discutido si derogar o no las leyes sobre el incesto. ↩
- Cf. Matt 5:27–30. ↩
- Uno debería recordar que en Romanos 1:26, 27 no solo la actividad homosexual masculina es mencionada, sino también la femenina. ↩
Fuente: Defensa Adventista
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