Desde hace tiempo, nuestros críticos están proponiendo la infiltración jesuita en el adventismo. Basándose en Elena de White, incorrectamente interpretada, ellos indican que esta propuesta ya estaba profetizada y que es evidente, por la serie de errores en nuestra iglesia.
Increíblemente, han señalado con nombre propio quiénes serían los infiltrados. Por ejemplo, entre ellos estarían el ya fenecido Dr. Samuele Bacchiocchi (quien recibió su doctorado en la Universidad Gregoriana, en Roma), el Pr. Jon Paulsen (ex presidente de la Asociación General), Dr. John Graz (director actual del Dpto. de Libertad religiosa de la iglesia mundial), Dr. Bert Beach (ex director del Dpto. de Libertad Religiosa de la AG), Dr. Ángel Manuel Rodríguez (ex director del Instituto de investigaciones bíblicas de la AG), etc.
Para esta primera parte, se intenta responder las siguientes preguntas: ¿la perspectiva nuestros críticos sobre la infiltración jesuita, es confiable? ¿Realmente los líderes mencionados en el párrafo anterior, fueron y son jesuitas infiltrados? Para la segunda parte de este artículo, se tratará de responder lo siguiente: ¿Qué es lo que quiso decir la sra. White sobre aquella infiltración? ¿Cuál debiera ser la actitud de un adventista coherente, frente a las acusaciones de los disidentes y reformistas?
¿Es confiable la propuesta de los disidentes y reformistas?
He dialogado con aquellas personas que proponen la infiltración jesuita en el adventismo hoy. Sin embargo, percibo que sus argumentos y actitudes no son confiables, por las siguientes razones:
1. No muestran prueba alguna. Antes de iniciar, es bueno considerar lo siguiente: no es lo mismo una idea que un hecho. Una "idea" es solo una propuesta, una sugerencia, que no siempre está en base a un hecho. Por el contrario, un "hecho" es algo certero, una verdad, algo que sí sucedió; para confirmarlo, son necesarias las pruebas. Mientras ellas no existan, seguirán siendo únicamente ideas, propuestas; algo no sustentable.
En el caso de los críticos, ellos señalan que hay infiltrados jesuitas en nuestra iglesia, y que el adventismo tiene un pacto secreto con el catolicismo y evangelicalismo; sin embargo, no dan a conocer evidencia alguna para sustentar su propuesta. No hay vídeos ni grabaciones, tampoco correos electrónicos o mensajes secretos de jesuitas dentro adventismo. Ellos solo dicen: “aquella personas son jesuitas”; y si alguno les pide pruebas, ellos responden: “estás yendo en contra de Dios”. Claramente, en vez de recurrir a las pruebas, acuden al fanatismo; a tal punto que etiquetan de “jesuita” a todo aquel que está en contra de su idea.
Este tipo de acusaciones, sin prueba alguna, es riesgoso. Uno no puede acusar de “asesino” a alguien sin las pruebas respectivas. A esto, la Biblia le llama “falso testimonio”, el cual es un pecado (ver Éxodo 20:16). Por ello, para que sean confiables sus propuestas, ellos necesitan presentar las evidencias. Por ejemplo, alguna grabación entre un infiltrado y un adventista. Quizá, podría ser la declaración abierta (o por una conversación vía e-mail) de uno de los supuestos infiltrados con algún administrador, etc.
Uno de los argumentos que nuestros críticos atesoran, es que el ex jesuita Alberto Rivera, había señalado que los jesuitas están infiltrados en muchas religiones protestantes, incluso en el adventismo. Esto le trajo popularidad en el cristianismo.[1]
¿Cuán cierto puede ser lo que él declaró, de que en el adventismo hay jesuitas infiltrados? No lo sé; creo que ninguna iglesia, incluyendo la nuestra, está libre de alguna posible infiltración jesuita o de alguna otra religión. Pero, el problema de nuestros críticos no es la posible infiltración, sino el hecho de ir en contra de líderes y predicadores del adventismo mundial.
Lo observable de esta teoría, es que no hay pruebas. ¿Qué nos asegura que "X" líder adventista, sería un infiltrado jesuita? ¿Exactamente “jesuita”? ¿Por qué no "mormón" o "luterano"? En fin, no hay hecho que demuestre que lo planteado por nuestros críticos, sea correcto; pero, sí hay ideas, acusaciones. Al no haber, no es bueno confiar en lo que ellos presentan.
2. Mal interpretan acciones y eventos. El adventismo es una Iglesia que vive en medio de relaciones. Así como un adventista se relaciona con su vecino no adventista, nuestra iglesia dialoga con distintas confesiones religiosas –ya sea protestante o católica (o no cristiana). ¿Hay algún problema en esto? Creo que no. Cristo se relacionaba con prostitutas, fariseos, sacerdotes, cobradores de impuestos, samaritanos, etc., y nunca fue un problema (salvo para algunos fanáticos que se escandalizaban al ver al Mesías juntándose “con prostitutas y cobradores de impuestos”). El hecho que uno se vincule con alguien que crea o viva diferente, no lo convierte en la misma condición.
El problema, sin embargo, es que nuestros críticos presuponen lo contrario. Por ejemplo, ellos indican que la IASD forma parte del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), y que se tiene un pacto secreto con estas iglesias, especialmente, con el catolicismo.
¿El adventismo tiene alguna relación con el CMI? Por supuesto que sí; y también con las iglesias (no adventistas) que apoyan la libertad religiosa y con instituciones que promueven la paz mundial. No obstante, esto no quiere decir que nuestra iglesia sea miembro del CMI. Prueba de ello, es lo mencionado en la web del mismo CMI, que reza así:
“La Iglesia Adventista del Séptimo Día no es miembro del Consejo Mundial de Iglesias”.[2]
No solo eso, en la misma página, el CMI describe a nuestra iglesia de la siguiente manera:
“[Los adventistas] creen que, en cierto modo, son un movimiento profético con un mensaje del tiempo del fin que se centra en el "Evangelio eterno" para proclamar al mundo. Aunque los adventistas del Séptimo Día celebran las oportunidades de dialogar y llegar a un mejor entendimiento, no se han unido formalmente al movimiento ecuménico organizado haciéndose miembros de los consejos de iglesias. En muchas ocasiones, sin embargo, tienen estatus de observador, consultor o asesor. Los adventistas desean conservar y proteger su identidad única y dar vida a la misión evangelística y de servicio que Dios les ha encomendado”.[3]
Como el mismo CMI declara, los adventistas son solo “observadores” y ellos aceptan nuestra posición de querer conservar y proteger nuestra identidad única (como que dan a entender que sería un riesgo que el adventismo sea miembro de su concilio).
Como observadores y consultores —principalmente, en el tema de la libertad religiosa— no nos debe sorprender que nuestra iglesia esté en eventos que se celebre la “Libertad religiosa” o se promueva la paz. Esto es normal y no va en contra de nuestro mensaje profético; al contrario, es de gran ayuda para la predicación de los mensajes de los tres ángeles. Al fin y al cabo, hemos sido llamados a predicar a todo el mundo; parte de ese mundo, es el CMI. Si no nos relacionamos con ellos, ¿de qué manera les podríamos evangelizar?
El problema, sin embargo, es que las personas que abogan por una “infiltración jesuita” actual, han mal interpretado los eventos y han presentado un mensaje distorsionado. Por ejemplo, esto es notorio en el Internet, donde se comparte varios vídeos de diálogos de adventistas con otras confesiones religiosas. Puede visitar a adventistaw.blogspot.pe/.
Para nuestros críticos, está mal que un adventista dialogue con un líder religioso no adventista. No lo ven correcto que conversemos sobre “libertad religiosa”. No es sano que nos acerquemos a ellos, ¡sin poner en bandeja la verdad! Simplemente, ellos quieren que nos mantengamos al margen, distantes. Según su manera de pensar, “no debemos juntarnos con los pecadores”. Y si lo hacemos, “estaremos rebajando la sana doctrina”. ¿Es que se vende la verdad o rebaja la sana doctrina, cuando nos relacionamos con personas de otras religiones? Para ellos, sí. “Que como tal líder adventista estrechó la mano a un papa, este se contaminó y se unió a Babilonia”. ¿Será objetiva esta interpretación?
Sea cual fuere la acusación contra nuestra iglesia, el adventismo, a pesar de relacionarse con otras denominaciones cristianas —así sea el catolicismo—, continúa creyendo en el reposo sabático, en los diez mandamientos, en el santuario, en el creacionismo, en la identidad profética del anticristo y cumplida en el papado, etc. Basta mirar los documentos oficiales al respecto. Por tanto, un rechazo a la verdad presente, por el solo hecho de conversar con otros entes religiosos, no es real en nuestra iglesia.
3. Las intenciones. Las intenciones de nuestros críticos son notorias. Ellos, en el fondo, no desean la reforma en la vida del creyente ni en la iglesia; todo lo contrario, anhelan el retiro total de los adventistas del adventismo, o que los adventistas terminen detestando a la Iglesia. Por eso, usan términos agresivos y sin fundamentos; por ejemplo: “el adventismo se convirtió en Babilonia”, “la iglesia es apóstata”, “salgan de Babilonia (la organización) para no seguir en el pecado”, etc.
Un claro ejemplo de lo que puede producir la disidencia, es el caso de Hugo Gambetta. Hoy en día, él ya no es pastor ni adventista. Pero, como se sospechaba, ya tiene su propio centro de estudio teológico[4] (donde tiene algunos docentes que andan diciendo por todos los medios que la Iglesia Adventista es Babilonia), ha fundado su propia iglesia (con su templo respectivo)[5] y está pidiendo los diezmos a sus seguidores, con el objetivo de tener su propia “organización”.[6]
Una segunda intención es rebajar el liderazgo adventista; tienen cierta aversión contra la administración. Según ellos, los dirigentes tienen un pacto secreto con los católicos y evangélicos; por tanto, no debemos seguir la línea de la organización. Según su idea, los adventistas no deben seguir al adventismo (nadie nieva que nuestro líder máximo es Cristo), sino únicamente a ellos.
También, alegan que los líderes prohíben a los pastores predicar los mensajes de los tres ángeles, la identidad profética del anticristo (¡que es el papado!), etc. (por supuesto, ellos dicen así, porque el adventismo ha disciplinado a disidentes que han causado y causan mucho daño a los adventistas; pero, no solo por su disidencia, sino también por sus malas interpretaciones de la Biblia).
La tercera intención, como todo parece indicar, es el celo hacia el liderazgo adventista. Muchos de nuestros críticos pareciera que quieren estar en la misma posición; pero, como no se les permitió por su actitud anticristiana, arremeten contra la organización.
Una cuarta intención, que es más notoria, es la de aparentar la actitud de un profeta o mesías, salvador de la iglesia. Ellos están en lo correcto, la organización y los pastores no lo están. La organización adventista ha contaminado a la iglesia; ellos están para purificarla —ellos declaran. Así, estas personas son los héroes del siglo XXI, enviados por Dios. Los mesías del adventismo (aquí, el problema de la baja autoestima, es latente).
Cada uno evaluará las acciones y las intenciones de nuestros críticos; hacerlo no es fácil. Pero, cualquier acto que promueva la división o la disidencia en nuestra iglesia, debiera ser rechazado. No se percibe intenciones sanas o espirituales por parte de aquellos que insisten de una infiltración jesuita actual.
¿Infiltrados con nombre propio en el adventismo contemporáneo?
En esta parte, solo mencionaremos algunos nombres que, según nuestros críticos, son jesuitas infiltrados en nuestra iglesia.
1. Samuele Bacchiocchi. Teólogo ya fallecido. Penosamente, ha sido muy criticado por haber realizado sus estudios en la Universidad Gregoriana en Roma. Según los críticos, él fue un jesuita infiltrado.
¿Los críticos han mostrado las pruebas necesarias para dar fe de su teoría? Por supuesto que no. Por el solo hecho de estudiar en una universidad católica, haría de él un jesuita infiltrado.
Pero, ¿para qué fue Bacchiocchi a Roma? ¿De qué trató su tesis? Fue interesante su actitud desafiante, digna de admirar. Él fue a Roma para argumentar a favor del reposo sabático; pero, desde una perspectiva científica, histórica. En su tesis, terminó argumentando que no existe evidencia histórica del primer siglo, para guardar el día domingo; y concluyó que, con fuentes en mano, la razón del cambio del sábado al domingo no fue bíblica, sino política.
Su investigación le valió algunos problemas, como él lo comentó. No obstante, logró el doctorado y, también, que su tesis haya sido publicada por la Publicadora de la misma Universidad Gregoriana.
En base a esto, es bueno preguntarnos: ¿Podemos etiquetar a un adventista como “jesuita”, solo porque fue a una universidad católica a defender al sábado como día de reposo? Saque usted sus propias conclusiones.
2. Ted Wilson. En marzo del año pasado, el presidente de la Iglesia mundial ha declarado que la teoría, de que hay infiltrados jesuitas en nuestra iglesia, carece de fundamento. Ante esto, como reacción, nuestros críticos terminaron declarando: el jesuita mayor nunca va a aceptar tal verdad. ¿Fundamento para determinar que Wilson es infiltrado? No hay.
3. Ángel Manuel Rodríguez. Hay un vídeo en Youtube, donde aparece el Dr. Ángel M. Rodríguez describiendo cómo son las relaciones entre adventistas y líderes de otros grupos religiosos. El vídeo dura aproximadamente una hora con 46 minutos. Ver www.youtube.com/watch?v=7qemKGHepOU
Es penoso que, con el fin de hacer quedar mal al doctor Rodríguez, los críticos han extraído partes del vídeo completo para hacer uno solo, con una duración de, aproximadamente, doce minutos (ver www.youtube.com/watch?v=Jmv_og-QjsU). En base a este extracto, el Dr. Rodríguez estaría contando las relaciones ecuménicas de la IASD con el catolicismo. Así, para ellos, él sería un jesuita infiltrado más.
No voy a detallar en este asunto, porque es suficiente hacer lo siguiente: ver el vídeo completo. ¿Por qué? Porque hacerlo, permitirá darnos cuenta que nuestros críticos no están en lo correcto.
Para comenzar, sí hubo diálogos informales entre teólogos adventistas y teólogos católicos entre los años 2000 y 2002. Estas reuniones se dieron con el fin de discutir asuntos doctrinales, ¡no para unirnos con el catolicismo ni tener algún pacto secreto! Por ejemplo, en uno de ellos, Rodríguez narra cómo fueron a defender la doctrina del sábado en una de las reuniones con el Vaticano. El documento que presentó Rodríguez en ese debate, está publicado en la web del Biblical Research Institute.[7] En el vídeo, él cuenta que a los teólogos católicos se les dijo: “ustedes están mal (en cuanto al reposo dominical); la Biblia está bien (en defensa al reposo sabático)”. Además, se aseguró que “nosotros, los adventistas, hemos decidido mantenernos sobre lo que las Sagradas Escrituras enseñan” (55:35). Rodríguez recalca que el objetivo de ellos, como teólogos, era testificar a “favor de su ley –la de Dios– frente a aquellos que la cambiaron” (1:01:10).
También, Rodríguez narró brevemente, cómo se produjo un momento tenso, cuando uno de los eruditos católicos indicó que la perspectiva adventista sobre Apocalipsis 13, era errada y sectaria. Ante tal “golpe bajo”, quienes nos estaban representando, declararon que, como adventistas, “no íbamos a cambiar nuestra postura sobre Apocalipsis 13”, y que el lente católico sobre María, era sectario.
Después de ver el vídeo y los argumentos de nuestros críticos, permítame plantear las siguientes preguntas: ¿Es pecaminoso sentarse y dialogar asuntos doctrinales y proféticos con personas de otra religión? ¿Cristo no se sentaba y discutía temas bíblicos con los fariseos y saduceos? ¿El hecho de conversar y/o testificar temas bíblicos con un católico, convierte a un adventista en católico? El Señor Jesús, por el solo hecho de dialogar temas doctrinales con fariseos, ¿se convirtió en un fariseo?
Antes de terminar esta parte, es bueno saber que los que abogan que el Dr. Rodríguez sería un infiltrado, no han demostrado prueba alguna sobre su propuesta. Por el solo hecho de argumentar a favor de la fe adventista, ante teólogos católicos, ya se le catalogó como “jesuitas”.
Si el argumento de nuestros críticos es lo correcto; entonces, no hablemos ni testifiquemos a personas de otras religiones. Claramente, la perspectiva de ellos es una amenaza para el cumplimiento de la misión profética del adventismo; misión que también es dirigida a las religiones mundiales.
4. Bert Beach. El Dr. Beach fue director del departamento de Libertad religiosa de la iglesia mundial; y también, él ha sido blanco de los ataques de nuestros críticos, señalando que sería un jesuita infiltrado. ¿Cuál es la base para esta acusación? El momento cuando Beach le entregó una medalla al papa Pío VI.
Según nuestros críticos, el error del Dr. Beach fue estar en ese evento —pro libertad religiosa— y haberle regalado una medalla a Pío VI. Así, él sería un jesuita en la IASD. ¿Cuán objetivas son estas críticas?
En primer lugar, es necesario ver el contenido de aquella medalla; que, a decir verdad, no tenía nada herético. En ella, estaba escrito el cuarto mandamiento —ratificando el reposo sabático— y la imagen de Cristo sobre las nubes, apuntando a la segunda venida de Cristo. El mensaje es claro: se le estaba testificando sobre el verdadero día de reposo y la segunda venida.
El problema, no obstante, es que los críticos no lo ven con buenos ojos. Para ellos, Beach no le debió dar la mano al papa ni haberle entregado una medalla. Algunos, hasta han mencionado que lo de la medalla fue únicamente un “pretexto”.[8] Pero, ¿hasta qué límite vamos a realizar una crítica? Si Beach le regaló una medalla con el mensaje del reposo sabático, ¿le vamos a criticar porqué lo hizo? ¿Es condenable este tipo de acciones? Pero, ¿qué hubiera sucedido si no le daba nada? También, podría ser criticado. ¡Si hasta se le ha condenado al Dr. Beach solo por estrechar la mano al papa!
Creo que sería condenable, siempre y cuando en la medalla se hubiera escrito “acuérdate del día domingo”. Pero, eso no se hizo. Por tanto, no sería condenable tal actitud.
5. Lección de Escuela sabática. Con el objetivo de desprestigiar a los líderes de la Iglesia, han llegado a criticar hasta la Lección de Escuela Sabática. He aquí la imagen:
Creo que sería condenable, siempre y cuando en la medalla se hubiera escrito “acuérdate del día domingo”. Pero, eso no se hizo. Por tanto, no sería condenable tal actitud.
5. Lección de Escuela sabática. Con el objetivo de desprestigiar a los líderes de la Iglesia, han llegado a criticar hasta la Lección de Escuela Sabática. He aquí la imagen:
¿Cuál es el problema con esto? De acuerdo a nuestros críticos, como en la lección aparece en la bibliografía algunos nombres de eruditos no adventistas; entonces, la lección habría sido escrita por jesuitas y sacerdotes católicos. ¿Por el solo hecho de colocar en la bibliografía fuentes no adventistas, convierte al autor en miembro de otra religión? Dicho de otro modo, si en un trabajo de investigación, cito alguna declaración de Mahatma Gandhi, ¿eso me convierte en budista o un infiltrado del budismo? ¿Es que un adventista no puede citar ideas de personas no adventistas, porque automáticamente se “contaminaría”; aunque lo citado presente una verdad o un hecho?
¿Quién sería el supuesto jesuita citado e infiltrado en la lección de Esc. sabática? Como ven en la imagen, uno de ellos es Robert Spitzer. Para los críticos, por el solo hecho de citar una idea de Spitzer, los autores de la lección serían jesuitas.
Pero, ¿cuál es la declaración de Spitzer que convertiría a la lección en algo elaborado, aparentemente, por los jesuitas? La siguiente (puede revisar la página 11 de la lección en mención):
“De este modo, si Dios quiere crear criaturas amantes (a imitación de su amor perfecto), él tiene que crear seres libres, que puedan causar sufrimiento y mal en el mundo de su elección. La dinámica del amor y la libertad requieren que Dios nos deje espacio para crecer en amor, mediante nuestra libertad humana. El único modo que tiene Dios de permitir que seres libres actúen sin amor es abstenerse completamente de crear criaturas amantes”.[9]
Sobre esto, ¿hay alguna herejía en esta declaración? ¿Es pecaminoso citar líneas de un teólogo no adventista? ¿Solo por citar “si Dios quiere crear criaturas amantes (a imitación de su amor perfecto), él tiene que crear seres libres, que puedan causar sufrimiento y mal en el mundo de su elección”, hace que el autor de la lección sea un jesuita? Si alguien cita la siguiente declaración: “Estoy comprometido con la verdad, no con la consistencia”, declarada por Gandhi, ¿lo convierte en un budista infiltrado en el adventismo?[10]
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Referencias:
[2]Ver www.oikoumene.org/es/church-families/seventh-day-adventist-church; la negrita es para énfasis.
[3]Ibíd. La cursiva es para énfasis.
[5]Ver www.facebook.com/photo.php?fbid=10152461488631396&set=a.10150151298741396.284839.708356395&type= 1&theater
[8]No creo que Sthephen Bohr sea un disidente; pero, creo que usó el sensacionalismo y la generalización en una de sus exposiciones. Por ejemplo, él señaló que lo de Beach y la medalla, fue solo un “pretexto” y se cayó en ingenuidad.
[9]New Proofs for the Existence of God: Contributions of Contemporary Physics and Philosophy, p. 233
Fuente: PR. OSCAR MENDOZA.COM
Personalmente no me consta de Jesuitas, pero sí de conciencias, amenazadas o adoctrinadas que entran en las filas del adventismo y arrastran esa mentalidad al seno de la iglesia. Hay adventistas que en el fondo sienten cierta reverencia a una imagen o cierto temor de no festejar la Navidad. Lo que sí es verdad es que hay "Nicolaitas", y eso sí que sería bueno detectar y estudiar.
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