Algunos pensamientos del espíritu de profecía han sido usados erróneamente para tejer una serie de especulaciones acerca de si la Iglesia Adventista del Séptimo Día continúa siendo la iglesia de Dios o dejó de serlo. Estas especulaciones, evidentemente interesadas, se esfuerzan por dar un carácter verosímil a su posición, aislando las citas o tergiversando su manifiesta intención con el propósito de desconcertar. No olvidemos que la iglesia de Dios 'está en lucha contra el poder de las tinieblas, el cual trata por todos los medios de presentar lo bueno como malo y lo malo como bueno e, _incluso, que está decidido a destruir, si Dios se lo permitiera, a los testigos que desenmascaran sus actividades.
La Sagrada Escritura dice en Apocalipsis 12: 7: "Entones el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo". También la pluma inspirada dice: "Constantemente [Satanás] busca ocasión de acusar a aquellos que procuran obedecer a Dios. Trata de hacer aparecer como corrompido aun su servicio mejor y más aceptable" (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 173). Satanás "trata constantemente de presentar al pueblo escogido de Dios como a un pueblo engañado. Es el acusador de los hermanos, y emplea constantemente su poder contra los que obran justicia" (Id., pág. 365).
En cumplimiento de lo expuesto, continuamente aparecen perSonas o grupos de personas que aseguran que la Iglesia Adventista del Séptimo Dia ha caído y que pasó a formar parte de Babilonia.
Olvidan la cita expresa del espíritu de profecia que dice: "Cuando se levanta alguien, de entre nosotros o de afuera, que siente la preocupación de proclamar un mensaje que declara que el pueblo de Dios se cuenta con Babilonia, y asevera que el fuerte pregón es un llamado a salir de ella, podéis saber que no proclama el mensaje de verdad. No lo recibáis, ni le deseéis éxito; porque Dios no habló por él, ni le dio mensaje alguno, sino que corrió antes de ser enviado" (Id., pág. 363).
A pesar de esto, existen tales personas. Parecen sentir una satisfacción especial en buscar motivos para acusar a la iglesia. Olvidan también los siguientes pasajes de las Escrituras; "Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engap.a al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Entonces oi una gran voz en el cielo, que decia: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche" (Apoc. 12: 9, 10) "¿Qué, pues diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?" "¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica" (Rom. 8: 31, 33).
Sin embargo, como esas ideas introducen confusión y ponen en peligro a muchas almas sinceras, que pueden ser engafiadas e inducidas a error, deseamos poner en contraste, con la ayuda de Dios, las acusaciones fundamentales que esgrimen los que se llaman a si mismos "reformistas", con lo que en realidad presentan los pasajes pertinentes de las Sagradas Escrituras y del espiritu de profecia.
Como no es posible abarcar todos los puntos que aparecen en una controversia con estas personas, porque no se podria jamás llegar a prever los argumentos que aducirá "el acusador de los hermanos", en este folleto sólo se abarcarán los asuntos principales, en los cuales casi todos estos grupos coinciden.
Quiera el Cielo que el planteamiento del tema que se esboza a continuación contribuya a iluminar el sendero de muchos que ahora andan extraviados, pensando haber encontrado un camino mejor. Afortunadamente, podemos tener confianza en la promesa del Sefior que dijo: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen" (Juan 10: 27).
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Fuente: http://unidadadventista.blogspot.pe/2016/03/mariano-renedo-la-iglesia-adventista-y.html
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