La sociedad le ha dado a Halloween dos formas muy distinta una de la otra: una como diversión y otra como satanismo; pero ambas llevan el mismo fin: Exaltar creencias paganas y demoníacas. ¿Podrá celebrarse Halloween de forma divertida sin caer en el satanismo? ¿Acaso será esta festividad una mezcla de diversión y satanismo?
Halloween parece ser una diversión con el uso de disfraces, y caretas de: indios, bailarinas, princesas, reyes, animalitos, etc. Además las fiestas, las decoraciones, globos y dulces le dan una apariencia de sana diversión en donde padres, hijos, amigos y familiares comparten, ríen y se entretienen en una fiesta de hogar.
Una parte de la sociedad lo celebra dándole un ambiente de diversión. Miles de jóvenes, adultos y niños pasean por las calles visitando de casa en casa al son de Trick or Treat, pidiendo dulces y monedas. Paradas, bailes, dramas, películas, y concursos de disfraces parecen darle un ambiente de diversión.
Por otro lado mientras una parte de la sociedad lo celebra con cierta diversión para ellos, otros lo celebran con disfraces y caretas de diablos, brujas, duendes, fantasmas, esqueletos, zombies, demonios y monstruos, que dan a Halloween una apariencia diabólica y maligna.
Velas en forma de manos sangrantes, alfombras que emiten gritos espantosos, murciélagos que chillan, gatos negros, brujan que se mueven y ríen, vampiros que se levantan de sus ataúdes, lápidas para el jardín, esqueletos que tiemblan, voces y gritos de terror, que le dan a Halloween un ambiente tenebroso, grotesco y satánico.
A esto se une la profanación de tumbas en los cementerios y cadáveres por parte de brujos, hechiceros y santeros para realizar o preparar encantamientos, “trabajos espirituales” y prácticas de brujería y ocultismo. Muchos jóvenes aprovechan también la ocasión para visitar los cementerios y celebrar fiestas en ellos, en donde el alcohol, las drogas y el sexo son los invitados especiales, profanando de este modo la tranquilidad y el descanso de los que allí yacen.
La maldad impera la noche del 31 de octubre. Grupos de jóvenes haciendo toda clase de vandalismo, como robos, violaciones sexuales, fuegos, carros destruidos, ventanas rotas, y personas heridas. Todas esta cosas las hacen escondidos detrás de sus disfraces. Es como si algo en el ambiente se apoderara de estos jóvenes y los influenciara a cometer fechorías y atrocidades.
No hay duda que la celebración de Halloween es un acto para rendirle culto a Satanás. Es como hacerle un homenaje a él todos los años. Todo el que participa de Halloween está sujeto al poder de Satanás y en peligro de ser alcanzado por la misma muerte. ¿Qué piensa usted de todo esto? ¿Cree que vale la pena celebrarlo?
Halloween parece ser una diversión con el uso de disfraces, y caretas de: indios, bailarinas, princesas, reyes, animalitos, etc. Además las fiestas, las decoraciones, globos y dulces le dan una apariencia de sana diversión en donde padres, hijos, amigos y familiares comparten, ríen y se entretienen en una fiesta de hogar.
Una parte de la sociedad lo celebra dándole un ambiente de diversión. Miles de jóvenes, adultos y niños pasean por las calles visitando de casa en casa al son de Trick or Treat, pidiendo dulces y monedas. Paradas, bailes, dramas, películas, y concursos de disfraces parecen darle un ambiente de diversión.
Por otro lado mientras una parte de la sociedad lo celebra con cierta diversión para ellos, otros lo celebran con disfraces y caretas de diablos, brujas, duendes, fantasmas, esqueletos, zombies, demonios y monstruos, que dan a Halloween una apariencia diabólica y maligna.
Velas en forma de manos sangrantes, alfombras que emiten gritos espantosos, murciélagos que chillan, gatos negros, brujan que se mueven y ríen, vampiros que se levantan de sus ataúdes, lápidas para el jardín, esqueletos que tiemblan, voces y gritos de terror, que le dan a Halloween un ambiente tenebroso, grotesco y satánico.
A esto se une la profanación de tumbas en los cementerios y cadáveres por parte de brujos, hechiceros y santeros para realizar o preparar encantamientos, “trabajos espirituales” y prácticas de brujería y ocultismo. Muchos jóvenes aprovechan también la ocasión para visitar los cementerios y celebrar fiestas en ellos, en donde el alcohol, las drogas y el sexo son los invitados especiales, profanando de este modo la tranquilidad y el descanso de los que allí yacen.
La maldad impera la noche del 31 de octubre. Grupos de jóvenes haciendo toda clase de vandalismo, como robos, violaciones sexuales, fuegos, carros destruidos, ventanas rotas, y personas heridas. Todas esta cosas las hacen escondidos detrás de sus disfraces. Es como si algo en el ambiente se apoderara de estos jóvenes y los influenciara a cometer fechorías y atrocidades.
No hay duda que la celebración de Halloween es un acto para rendirle culto a Satanás. Es como hacerle un homenaje a él todos los años. Todo el que participa de Halloween está sujeto al poder de Satanás y en peligro de ser alcanzado por la misma muerte. ¿Qué piensa usted de todo esto? ¿Cree que vale la pena celebrarlo?
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