A. Un ángel Interroga a otro ángel
Hasta el versículo 12, del capítulo 8, se observa que los símbolos
zoológicos de la visión son descriptos. Luego, en el versículo 13, está la
pregunta de un ángel que dice: ¿Hasta cuándo la visión, [concerniente a] la
continuidad (hattamid) y la rebelión asoladora (pesha` shomem) que constituye
el santuario y el ejército en un lugar de pisoteo?
Esta pregunta del ángel es de suma importancia para entender la
respuesta del otro ángel. Ella requiere que se haga un análisis cuidadoso de cada
una de sus partes gramaticales si es que el lector desea entenderla
correctamente. Se observa que la pregunta comienza con la frase interrogativa
“hasta cuándo”. Esta frase, en la Biblia Hebrea , se compone de la preposición
hebrea `ad (hasta) y de la palabra interrogativa matay (cuándo). La frase `ad
matay aparese 21 veces en el Antiguo Testamento y siempre que se utiliza para
pedir información sobre un período de tiempo, el que hace la pregunta espera
recibir su información con relación a la terminación del tiempo (Ne 2:6, Dan
12:6) y no tanto con relación a su duración. Esta es la razón por la cual `ad
matay debería traducirse “hasta cuándo ” en lugar de por “cuanto tiempo,” ya
que la información que el interrogador espera recibir es con relación a la
terminación del tiempo y no con relación a su duración.
A la frase interrogativa “hasta cuándo” le sigue el sustantivo
definido “la visión”. Este sustantivo es el objeto de la pregunta del ángel y
se refiere a la visión que Daniel había visto junto al río Ulai y que aparece
descripta en Daniel 8:3-12. El ángel, al hacer su pregunta, estaba interesado
en saber hasta cuándo o en que momento de la historia terminarían o se
cumplirían los eventos predichos en la visión que se le habían mostrado a
Daniel en las márgenes del Río Ulai. Sin embargo, el ángel no estaba interesado
en toda la visión, sino en la visión “hattamid” y en la “rebelión asoladora”.
¿A que se refiere el “hattamid” y la “rebelión asoladora? La frase “hattamid”
en Hebreo está compuesta por el articulo definido “el” (ha) más el adverbio
“continuo” (tamid). El artículo, que acompaña al adverbio “tamid,” lo define y
lo convierte en un sustantivo. Por eso la frase hattamid debería traducirse “la
continuidad” o “el continuo”. Este sustantivo hattamid, como ya se vió
anterioremente, está relacionado con el “servicio continuo” del santuario
Israelita. En otras palabras, hattamid es el rito religioso que se celebraba
todas las mañanas y todas las tardes en el santuario israelita, primeramente en
el desierto de Sinaí y más tarde en el templo de Jerusalén. Sin embargo, en el
contexto de la pregunta del ángel, este hattamid no se refiere literalmente al
servicio religioso del templo de Jerusalén, sino al ministerio redentor de
Jesús en el santuario celestial, que hace posible el perdón del pecado y la
adoración de Dios. Esta adoración ofrecida a Dios, aunque es diaria, tiene su
clímax en el séptimo día de la semana.
Antes de continuar con nuestro análisis sería bueno notar que la
frase “hattamid” (la continuidad) no puede formar una cadena constructa con la
palabra visión que le antecede. Este hecho se debe a la simple razón de que la
palabra “visión” está en estado absoluto y no en estado constructo. Además, el
hecho de que el substantivo visión esté definido por el artículo es un
impedimento para que esta palabra pueda formar una cadena constructa con
hattamid. La gramática Hebrea indica que cuando dos sustantivos están juntos y
el primer sustantivo tiene el articulo definido, este sustantivo no puede formar
una cadena constructa con la palabra que le sigue. Siendo que el sustantivo
visión está definido por el artículo y la palabra “continuidad” también lo
está, sería mejor entender esta a relación sintáctica en “aposición”. Esta
relación indica que el segundo término elucida o clarifica al primer término en
una de las siguientes maneras: (1) designando el papel o la capacidad del
primer término, (2) especificando el estado del primer término, (3) revelando
una característica o cualidad del primer término o (4) especificando el
material o substancia del cual el primer es hecho. A nuestro juicio, en este
caso particular, “la continuidad” o segundo término especifica la substancia o
tema de la cual “la visión” está compuesta. Si este análisis es correcto, entonces
la pregunta del ángel debería traducirse: ¿Hasta cuándo [terminará] la visión
[compuesta de] “la continuidad” y “la rebelión asoladora” que constituye el
santuario y el ejército en un lugar de pisoteo?
En la pregunta del ángel, la frase “rebelión asoladora” sigue a la
frase “la continuidad”. Esta frase “rebelión asoladora” está compuesta en la Biblia Hebrea por el
substantivo “pesha`” y el participio “shomem”. Pesha es un tipo de pecado en el
Antinguo Testamento. Literalmente significa rebelión o la ruptura de un pacto.
En la pregunta del ángel debería entenderse como “la rebelión” o “el pecado”
personificado que atenta contra el santuario y todo lo que en ella se encuentra
(i.e. el Decálogo o el Pacto Eterno). Esta “rebelión asoladora” o “pecado asolador,”
de la pregunta del ángel, es el agente que constituye “al ejército” y “al
santuario” en un lugar u objeto de pisoteo. Pero, ¿A qué se refieren
específicamente los términos “la rebelión asoladora,” “el ejercito” y el
“santuario”? En la visión de Daniel 8, el agente destructor del santuario y el
agente perseguidor del pueblo de Dios es el cuerno pequeño. De este contexto se
puede deducir que “la rebelión asoladora” es lo mismo que el agente destructor
del santuario y del pueblo de Dios; esto es, “el cuerno pequeño”.
El “ejército” que es pisoteado por el cuerno pequeño o “la
rebelión asoladora”, como ya se vio anteriormente, se refiere a los líderes
cristianos y al pueblo de Dios en general. En otras palabras, el “ejército” que
sería pisoteado se refiere a las personas que sirven a Dios y están a favor del
hattamid o personas que pertenecen al pueblo de Dios. Un estudio cuidadoso del
término ejército, en el Antiguo Testamento, demuestra que esta palabra puede
referirse a: (1) un grupo de personas que forman parte de un ejército militar,
(2) un grupo de personas que sirven en el sacerdocio o ministerio del santuario
israelita, (3) un grupo de personas que pertenecen a una de las tribus de
Israel, etc. En base a este uso de la palabra “ejército” y al contexto en que
se usa en Daniel 8:13, se puede decir que el término “ejército” de Daniel 8:13
se refiere a los ministros o líderes espirituales de la iglesia cristiana que
estarían sirviendo a la causa de Dios en ese período de la historia.
El término “santuario” (qodesh, miqdash), de la pregunta del
ángel, se refiere en su contexto al lugar donde el “Príncipe de los príncipes o
el Príncipe del ejercito” reside y ministra; esto es, el santuario celestial.
Esta conclusión tiene su apoyo en la explicación que aparese en la visión. Allí
se dice claramente que el cuerno pequeño creció hasta el ejercito del cielo y
se engrandeció aún hasta el Príncipe del ejército y le quitó “la continuidad” y
derribó el fundamento de su santuario. Este santuario, que es derribado y pisoteado,
de ninguna manera puede referirse al santuario de Jerusalén, sino al santuario
del cielo. Este es el santuario donde el Príncipe de los príncipes mora y
ministra a favor de los seres humanos.
En resumen, se puede decir que
el ángel preguntó: ¿Hasta cuándo [terminará] la visión [compuesta de] “la
continuidad” o [el ministerio redentor del Mesías] y la “rebelión asoladora” o
[“el ministerio desolador” del cuerno pequeño] que constituye al santuario [del
cielo] y al “ejército [de ministros del evangelio] en objetos de pisoteo?
B. La Respuesta del Santo
La respuesta del ser “Santo” aparese en el versículo 14. El dijo:
“Hasta 2300 tardes-mañanas, entonces el santuario será purificado.” Esto es,
“la visión” que está compuesta de “la continuidad” y de “la rebelión asoladora”
llegaría hasta 2300 tardes-mañanas simbólicas o 2300 años literales, y entonces
el proceso de la purificación del santuario celestial sería iniciado. Como se
puede observar, la respuesta del “Santo” no da ninguna información con relación
al punto de partida o comienzo de las 2300 tardes-mañanas, ni tampoco el ángel
Gabriel se lo explicó a Daniel en esta visión (23-26). La realidad es que la
explicación del ángel Gabriel quedó inconclusa en la visión de Daniel 8 y por
eso hubo necesidad de que Daniel recibiera otra visión para que él pudiera
entender este asunto. Esta incógnita de la purificación del santuario hizo
necesario que el ángel Gabriel visitara otra vez a Daniel y le dijera cuando
comenzaría el periodo profético de las 2300 tardes mañanas (Daniel 9:24-27) y
en que consistía la naturaleza de la purificación.
Esta purificación del santuario, que comenzaría hasta el fin de
las 2300 tardes-mañanas simbólicas, es la respuesta y la solución de Dios al
problema de la insolencia y arrogancia del cuerno pequeño. Esta purificación
tendría que comenzar exactamente al terminarse el período de las 2300
tardes-mañanas y durante el período del “tiempo del fin”. Desafortunadamente,
esta visión de Daniel 8 no dio ninguna explicación definida con relación al
significado de la purificación del santuario ni del período de las 2300
tardes-mañanas. Esta incógnita, sobre el período de las 2300 tardes-mañanas y
sobre el significado de la purificación del santuario, fue lo que llevó a
Daniel a enfermarse y a investigar el libro de Jeremías concerniente a la
desolación de Jerusalén y del santuario. Esta misma incógnita, sobre las 2300
tardes-mañanas y sobre la naturaleza de la purificación del santuario, fue
también la causante de la visita de Gabriel a Daniel y del mensaje de Daniel
9:24-27. Por esta razón, Daniel 9:24-27 es el lugar donde se descorre el velo y
se contestan las preguntas que no pudieron ser contestadas en la visión de
Daniel 8:3-26. Ahora, con esta clarificación en mente, pasemos a estudiar el
significado de la frase 2300 tardes-mañanas y su cumplimiento en la historia.
2300 tardes-mañanas
¿Qué significa la expresión “tardes-mañanas” de Daniel 8:14? ¿Es
una referencia a cierto número de sacrificios que se ofrecerían durante las
mañanas y tardes en el santuario de Jerusalén o se refiere a días literales?
¿Existe la posibilidad de que la expresión sea simbólica?
La frase “tardes-mañanas” de ninguna manera puede referirse a los
sacrificios matutinos y vespertinos del santuario israelita. La razón es
simple, pues esta expresión en ninguna parte del Antiguo Testamento se utiliza
de esa manera para referirse a los sacrificios. Sin excepción, todas las veces
que se indica el orden de los sacrificios en el Antiguo Testamento, el orden es
“mañana” y “tarde” y nunca “tarde y mañana. Por lo tanto, la expresión
“tardes-mañanas” de Daniel 8:14 no puede referirse al orden de los sacrificios
matutinos y vespertinos.
Esta expresión “tarde(s)-mañana(s)” de Daniel 8:14 es la
traducción literal de la frase Hebrea `ereb boqer. La palabra Hebrea `ereb
significa tarde y boqer mañana. Estos términos Hebreos fueron utilizados de
manera literal, independientemente la una de la otra, para referirse a una
tarde o mañana literal o estando juntas para referirse a un día literal. Sin
embargo, este significado no hace sentido en el contexto de Daniel 8:14; porque
si tomamos literalmente a la frase “tardes-mañanas,” los eventos presentados en
la visión no encajan en un período de 2300 días literales o 6 años y cuatro meses.
La única alternativa es que `ereb-boqer sea una expresión figurada o simbólica.
Cuando estudiamos la visión de Daniel 7, observamos que esa visión
menciona un período de tiempo que fue utilizado de manera simbólica; esto es,
los 1260 días de la frase “tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo”. En esa
visión, cada día simbólico representaba un año literal. Este uso simbólico de
ciertos términos temporales se observa también en la visión de Daniel 8. Aunque
en esta visión, la expresión “tarde-mañana” indica un día como en Génesis 1;
los días que allí se mencionan, en el contexto de la visión, no pueden ser
literales sino simbólicos. En otras palabras, los 2300 días de Daniel 8:14
representan 2300 años literales. Esta interpretación simbólica de las 2300 tardes-mañanas
armoniza perfectamente bien con el contexto de la visión y con todos los
elementos simbólicos y gramaticales de Daniel 8 y de las otras visiones del
.libro de Daniel.
Comienzo y fin de las 2300
tardes-mañanas.
Si los días de Daniel 8:14 son simbólicos, ¿cuándo comienzan y
cuándo terminan? Para poder contestar esta pregunta es necesario recurrir a la
visión de Daniel 9:24-27. Allí es donde se encuentra la información sobre su
punto de partida que nos permite establecer la fecha de su inicio y terminación.
En Daniel 9:24 encontramos que “70 semanas” serían cortadas y que concernían al
pueblo de Israel. Preguntamos, ¿De qué período serían cortados? Sin lugar a
dudas de los 2300 días de la visión anterior. Luego, en Daniel 9:25 encontramos
que el ángel le indicó a Daniel que el decreto o la salida de la palabra para
restaurar y edificar a Jerusalén marcaría el principio de las 70 semanas, que a
su vez marcaría el inicio de las 2300 tardes-mañanas. Como se verá en el
siguiente capítulo, el decreto de la reconstrucción de Jerusalén se dio en el
otoño del año 457 a .
C. Si se toma esta fecha como el punto de partida de los 2300 días, entonces
los 2300 días simbólicos o 2300 años literales llegan hasta el otoño del año
1844 d. C. Esta fecha, como se explicará mas adelante, se ubica dentro del
período del “tiempo del fin;” período que según Daniel 8:17, es el punto focal
de la visión de Daniel 8.
Significado de la purificación del
santuario.
Pero, ¿qué significa la expresión “el santuario será purificado? ¿A
que santuario se refiere y en que consiste su purificación? ¿El verbo pasivo
“purificado,” de Daniel 8:14, es una traducción correcta del término Hebreo
nizdaq? ¿Qué es lo que sucedió al fin de los 2300 años y qué relación tiene la
fecha 1844 con el “tiempo del fin”?
El santuario de Daniel 8:14 no puede referirse al templo literal
de Jerusalén, que se reconstruyó en el año 516A.C. y que se volvió a destruir
en el año 70 de nuestra era. Ya se ha visto que este versículo, en el contexto
de la visión, tiene que ver con el tiempo del fin (8:17), y el tiempo del fin,
como se verá mas adelante, comenzó en 1798 d. C. y terminará con la
resurrección de los redimidos. Por esta razón, este santuario tiene que
referirse al santuario del cielo que es el santuario que está activo en “el
tiempo del fin”. El templo de Jerusalén ya no existe más y el único santuario
donde Dios mora y ministra a favor de su pueblo es el santuario del cielo. La
epístola a los Hebreos fue especialmente escrita para explicar la transición de
los ritos del santuario terrenal a la realidad de la vida y muerte del Señor
Jesús y su ministración en el santuario celestial.
Pero, ¿en que consiste la purificación del santuario del cielo?
Para contestar esta pregunta, tenemos que investigar primero cuál es el
significado de la palabra Hebrea nizdaq,, que ha sido traducida “purifcado” en
algunas versiones castellanas. La palabra nizdaq es el pasivo del verbo zadaq.
Este verbo Hebreo zadaq, como suele suceder con todos los verbos del lenguaje
humano, tiene varios significados y se definen de acuerdo al contexto. El uso
del verbo zadaq y de los sustantivos zedeq y zedaqah, en el Antiguo Testamento,
indican que el verbo pasivo nizdaq puede significar: (1) justificado, (2)
restaurado, (3) salvado, (4) vindicado, etc. Estos significados se derivan del
contexto en que se usan y de su paralelismo con otras palabras. De manera
especial se nota que el profeta Isaías utilizó la palabra justicia (zedeq o
zedaqah) o el verbo justificar (zadaq) de manera paralela a la palabra
“salvación” (Isa 45:8; 51:5, 6, 8; 56:1;58:17; 62:1;cf. Sal 119:123; 98:2).
Este paralelismo, que se observa entre la palabra “justicia” o “justificar” y
“salvación,” es una evidencia de la relación estrecha que existe entre estas
dos palabras. Esta misma relación se nota en el uso de la palabra justicia o
justificación en los escritos de Pablo. En otras palabras, justificación es
sinónimo de salvación.
Si esta conclusión es correcta, entonces la clausula “el santuario
será purificado” podría significar que el santuario sería puesto a salvo de los
ataques del cuerno pequeño; esto es, de los ataques que el cuerno pequeño
realizaría en contra del “Príncipe de los príncipes,” del “ejército del cielo”
o el pueblo de Dios en la tierra, del santuario o centro de operación del
gobierno de Dios y de “la verdad”. En otras palabras, el santuario donde Dios
reside y ministra y el “ejército” que le sirve en la tierra finalmente serán
puestos a salvo de todas las acciones insolentes y soberbias del cuerno pequeño
o de la rebelión asoladora.
Las purificación o justificación del santuario es un proceso que
vindicará al gobierno de Dios y pondrá a salvo a su ejército. Esta
purificación, que no fue explicada en la visión de Daniel 8, tiene su
explicación en Daniel 9:24-27 y en la ceremonia típica del día de la expiación
que aparese descripta en Levitico 16. Recuérdese que el sistema del santuario
terrenal tenía una función objetiva de enseñar el plan de Dios en lo que
respecta a la solución del problema del pecado destructor y a la salvación
proveniente de Dios. En Daniel 9:24-27, como se verá en el siguiente capítulo,
se presenta la solución de Dios en la persona del Mesías o Cristo, quien
moriría en lugar del pecador para salvar a los seres humanos y vindicar el gobierno
de Dios. Una vez que el Mesías muriera en lugar del pecador y se cumplieran las
2300 tardes-mañanas simbólicas o 2300 años literales, entonces se iniciaría el
proceso de la purificación o justificación del santuario celestial o cede del
gobierno de Dios. El proceso de la purificación del santuario se explica
detalladamente en Levítico 16 y de una manera más explicita que en cualquier
otra parte de la Biblia. El
día en que se celebraba este proceso era el día y el evento más solemne de todo
lo que se realizaba en el santuario terrenal y en la vida del pueblo de Israel.
Este evento era en realidad el evento que, unido a todos los actos previos de
la expiación del pecado, garantizaba al pueblo de Israel la limpieza, el perdón
y la salvación del pecado. Así también, el proceso de la purificación del
santuario celestial, que comenzó en 1844 o al final de las 2300 tardes-mañanas,
es la garantía de todas las criaturas de Dios y especialmente de los seres
humanos de su limpieza y salvación del pecado. Este proceso de purificación, de
acuerdo a la visión de Daniel 8, se llevaría a cabo al final de las 2300
tardes-mañanas y durante el “tiempo del fin”.
Significado de la frase “tiempo del
fin”
El período del tiempo del fin es el foco central de la visión de
Daniel 8 y de la última visión de Daniel que está registrada en los capítulos
10-12. La expresión “tiempo del fin” aparece por primera vez en Daniel 8 (8:17)
y luego aparece cuatro veces más en la última visión (11:35, 40; 12:4, 9).
El significado de esta frase, como se verá al estudiar Daniel
12:5-13, es el tiempo que conduce al fin o el tiempo que pertenece al fin. Este
periodo está relacionado con el tiempo final de la historia de nuestro mundo
que ya comenzó en 1798 d. C. y que terminará con la resurrección y la
glorificación de los redimidos. Una de las profecías focales de Daniel 8, que
se esta cumpliendo en este periodo de la historia de nuestro mundo, es la
purificación del santuario celestial. Como ya se vio anteriormente, la
purificación del santuario se inicio en 1844 d. C. y esta fecha encaja
perfectamente bien en el período del tiempo del fin, que se inició en 1798 d. C
y el cual terminara con la resurrección de los redimidos. No hay lugar a dudas
de que estamos viviendo en “el tiempo del fin” y en el tiempo de la
purificación del santuario celestial, período solemne de la historia de nuestro
mundo.
CONCLUSIÓN
En resumen se puede decir que la visión de Daniel 8 presenta a un
carnero como símbolo de Medo-Persia, a un macho cabrio como símbolo de Grecia y
a un cuerno pequeño como símbolo de Roma papal.
Este cuerno pequeño se extendería horizontalmente o
geográficamente hacia el sur o Egipto, hacia el Este o Grecia, Asia menor y
Babilonia, y hacia la tierra deseable o Palestina.
Además, el cuerno pequeño crecería verticalmente o hacia el cielo
y se levantaría en contra del ejército del cielo o el pueblo de Dios, en contra
del Príncipe del ejército o el Señor Jesús, y en contra del Príncipe de los
príncipes o el Mesías. A el le quitaría la continuidad o el ministerio redentor
a favor de los pecadores, echaría por tierra el lugar de su santuario o los
principios de justicia y misericordia de su gobierno y echaría por tierra la
verdad o las enseñanzas de las Sagradas Escrituras y la Ley de Dios.
Esta guerra en contra de Dios, de su santuario y de su pueblo se
llevaría a cabo hasta el momento que Dios purifique su santuario. Esta
purificación comenzaría al final de las 2300 tardes-mañanas o sea el ano 1844.
La purificación es un proceso de juicio que se lleva a cabo en el cielo y el
cual terminará en el momento que Dios lo decida y Jesús deje de interceder por
los pecadores. Cuando Jesús deje de interceder ya no habrá mas oportunidad para
el pecador y el cuerno pequeño tendrá que ser destruido. La purificación del
santuario es la respuesta de Dios a los ataques insolentes y soberbios del
cuerno pequeño en contra de Dios, de su santuario y de su pueblo.
Hasta aquí se ha visto que la profecía de Daniel 8 se ha cumplido al pie
de la letra y esto nos da confianza de que las profecías que todavía restan por
cumplirse así también se cumplirán.Por
Dr. Samuel Núñez
Fuente: PM MINISTRIES . COM
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